El Consejo de Seguridad de la ONU pide el fin de la violencia
Sus 15 miembros, reunidos de urgencia, piden a las partes involucradas en el conflicto que cesen las hostilidades
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha instado a todas las partes implicadas en la escalada de violencia en Egipto que cesen las hostilidades. La reunión del organismo se ha celebrado esta tarde a instancias de Francia, Reino Unido y Australia tras la brutal represión del Ejército y del Gobierno interino egipcios contra los manifestantes islamistas que se ha cobrado más de medio millar de víctimas mortales.
"La opinión de los miembros del Consejo de Seguridad es que es importante que cese la violencia en Egipto y que las partes implicadas ejerzan la mayor contención posible”, ha señalado a la prensa tras su reunión la embajadora de Argentina, que preside el Consejo, María Cristina Perceval. "Todos coincidimos en la necesidad de que se ponga fin a la violencia y que se avance hacia la reconciliación nacional”, ha insistido.
A lo largo de la tarde de este jueves, los 15 miembros del Consejo han sido informados en una sesión a puerta cerrada por el Subsecretario General de Naciones Unidas, Jan Eliasson.
Más allá del llamamiento al Gobierno interino y a la oposición a que no contribuyan a recrudecer la actual situación, el Consejo de Seguridad no ha adoptado ninguna medida concreta. La responsable de Deerchos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, ha solicitado “una investigación independiente, imparcial, creíble y eficaz sobre la conducta de las Fuerzas de Seguridad egipcias”. “El número de personas asesinadas o heridas, incluso aceptando los datos facilitados por el Gobierno, apuntan a un uso excesivo y extremo de la fuerza hacia los manifestantes”, ha señalado.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, había instado al Consejo de Seguridad a que se reuniera para adoptar una respuesta común ante los acontecimientos en Egipto, tras recriminar a Occidente por su fracaso al no haber podido contener la violencia en ese país. Erdogan ha convocado al embajador de El Cairo en stambul para discutir la situación.
Egipto sigue en Estado de Emergencia, una situación a la que EE UU se opone y que este jueves Obama ha instado a levantar cuanto antes.
La reunión se ha producido tras una avalancha de reacciones en el mundo entero. A medida que la crisis egipcia se vuelve más y más complicada, los Gobiernos europeos van mostrando su preocupación ante una matanza que puede tener consecuencias imprevisibles y desestabilizar toda la región. Los Gobiernos de Francia, Alemania, Reino Unido, España, Italia y Austria pidieron ayer explicaciones a los embajadores egipcios en sus respectivas capitales por la muerte de más de medio millar de islamistas. Pero solo un Estado miembro se decidió a tomar una medida concreta: Dinamarca anunció que suspende su ayuda a Egipto.
“Dinamarca tiene dos proyectos en colaboración con el Gobierno y las instituciones públicas egipcias y serán suspendidos”, dijo al diario Berlingske el ministro de Ayuda al Desarrollo, Christian Friis Bach. El programa suspendido tiene un valor de cuatro millones de euros. El ministro desea además que la UE examine su ayuda a Egipto y dijo que su Gobierno contempla suspender su contribución a los proyectos cofinanciados con otros Estados miembros. “La primavera árabe ha terminado en una tragedia egipcia”, escribió Friis Bach en su cuenta de Twitter.
Un día después de que la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, condenara la violencia y pidiera a las partes que negociaran para restaurar la democracia, los grandes países de la UE se han limitado a pedir explicaciones a los embajadores. El primero en acudir fue el representante egipcio en Francia, convocado en la mañana de ayer para entrevistarse con François Hollande en el Elíseo. El presidente francés le pidió que se adopten todas las medidas posibles para evitar la guerra civil. París reclamó el “fin inmediato de la represión” en Egipto y anunció que recurrirá al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a sus principales socios para que “adopten urgentemente” una posición internacional en este sentido.
La ministra de Asuntos Exteriores italiana, Emma Bonino, subrayó que los socios europeos están en contacto permanente y que está prevista una reunión del Consejo de los ministros de Exteriores para el próximo lunes o martes; previamente se reunirán los embajadores para coordinar las actuaciones. Bonino aseguró que Italia propondrá a sus socios europeos el bloqueo de todo suministro de armas a Egipto.
El Gobierno español se verá hoy con el embajador egipcio en Madrid para analizar la situación. Fuentes gubernamentales cifran en 900 el número de residentes españoles en el país árabe, pero no tienen cifras sobre el número de turistas que están pasando las vacaciones en Egipto. España ha manifestado su “condena” por la violencia y ha conminado al Gobierno interino a levantar “lo antes posible” el estado de emergencia. “El Gobierno de España expresa su inquietud por la declaración del estado de emergencia, que pide sea levantado lo antes posible, y demanda que se respeten los derechos humanos y se evite todo ulterior derramamiento de sangre”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Importantes países musulmanes con Gobiernos islamistas, como Turquía o Irán, han condenado enérgicamente la violencia del Gobierno que sustituyó al islamista Mohamed Morsi. El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reclamó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para dar una respuesta a la crisis egipcia. “Aquellos que no digan sí a la reunión no se darán jamás cuenta de su decisión delante de la historia”, dijo en Ankara. “Es un asesinato muy grave contra el pueblo egipcio”, añadió. Erdogan considera que la comunidad internacional, “encabezada por el Consejo de Seguridad de la ONU y por la Liga Árabe”, debe actuar para que cesen inmediatamente las matanzas. “Los que se mantengan en silencio tras esta masacre serán tan responsables como los golpistas”, añadió.
Frente a las críticas de Irán y Turquía, Emiratos Árabes Unidos mostró su comprensión. El Ministerio de Exteriores del Gobierno emiratí considera que las autoridades egipcias “han ejercido el máximo autocontrol” en la represión de las manifestaciones. “Lo que hay que lamentar es que grupos políticos extremistas hayan insistido en la retórica de la violencia, la incitación, el perjuicio de intereses públicos”, añade la nota.
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