Al menos cuatro periodistas muertos durante el asalto en El Cairo
Los informadores denuncian amenazas y agresiones por parte de los militares egipcios
Al menos cuatro periodistas han muerto y una docena han resultado heridos durante el desmantelamiento de los campamentos de partidarios de Mohamed Morsi en los suburbios cairotas de Giza y Rabba al Alauiya, asalto en el que han perdido la vida más de 500 personas.
El inglés Mick Deane, de 61 años, murió por los disparos recibidos durante el ataque. Deane trabajaba como camarógrafo para la cadena de televisión británica Sky News desde hacía más de 15 años. “Era un amigo”, comentó el jefe de la sección de Internacional de Sky News, Tim Marshall. “Era gracioso y sabio. La clase de personas que cuando trabajas en un grupo pequeño valen oro”, recordó. Deane estaba casado y tenía dos hijos. El primer ministro británico, David Cameron, alabó el trabajo de Deane y afirmó: “Es esencial que haya cámaras en lugares como Egipto. Sin ellos nunca podríamos saber qué ocurre allí”.
Habiba Ahmed Abdelaziz, de 26 años, trabajaba desde 2011 en el semanario de Emiratos Árabes Unidos Xpress cubriendo la sección de sucesos. Originaria de Egipto, estaba pasando sus vacaciones en El Cairo. “Era la más joven de la redacción”, comentó el editor de Xpress, Bobby Naqvi. “Era su primer trabajo de periodista a tiempo completo. Tenía muchas ganas de aprender. La echaremos de menos”.
El Sindicato de Periodistas de Egipto ha denunciado la muerte de uno de sus miembros, Ahmed Abdel Gawad. “Exigimos que las autoridades investiguen de inmediato las circunstancias de su muerte”. Rassd, una página web de noticias egipcia, ha expresado su “pesar” por la muerte del fotoperiodista Mosab el Shami.
Entre los heridos está la fotoperiodista de Reuters Asma Waguih, que recibió un disparo en la pierna. Un policía amenazó también a la corresponsal de The Washington Post en El Cairo, Abigail Hauslohner.
Otros periodistas denuncian agresiones por parte de las fuerzas de seguridad. “Cuando me negué a dar la contraseña de mi portátil”, cuenta Mike Giglio, de la página web estadounidense de noticias The Daily Beast, “varios policías me pegaron puñetazos y bofetadas”. Tom Finn, de la agencia Reuters, fue detenido junto a los fotógrafos que le acompañaban. Tras borrar las fotografías que habían tomado, fueron liberados.
La revolución de 2011 no supuso una relajación de la censura impuesta durante las tres décadas en las que el país estuvo bajo el estado de emergencia. De las presiones de las Fuerzas Armadas a los medios de comunicación se pasó a la de los Hermanos Musulmanes. Tras el golpe del 3 de julio, informar volvió a ser un oficio bajo el punto de mira de los militares. Cinco días después de la asonada, el fotógrafo Ahmed Samir Assem murió de un disparo en la cabeza mientras grababa los disparos del Ejército contra la población en la capital egipcia.
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