La explosión de Pemex fue causada por gas metano, solventes y una chispa
La Procuradoría (fiscalía) General de la República hace públicos los resultados del peritaje
Seis meses después de la explosión que dejó 37 muertos en la sede central de Petróleos Mexicanos (Pemex), el peritaje encargado por la Procuraduría (fiscalía) General de la República determina que las causas fueron la presencia de gas metano de origen biológico, así como de vapores provenientes de materiales solventes y una chispa. La explicación coincide a grandes rasgos con la ofrecida por las autoridades tras la explosión, que en su momento fue acogida con escepticismo por algunos.
El informe llega justo antes de la presentación la próxima semana de la propuesta gubernamental para reformar a Pemex. Se prevé que la energética sea una batalla dura para el Gobierno de Enrique Peña Nieto: al fin y al cabo, la petrolera nacionalizada en 1938 representa más de la tercera parte de los ingresos del Estado. Otra iniciativa de reforma, que permite la participación de entidades privadas, fue presentada esta semana por el Partido Acción Nacional (PAN, derecha). En cambio, la izquierda ha anunciado una consulta y movilizaciones para resistir cambios a la Constitución como los que pretende el PAN.
El informe de la PGR, realizado por el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, determina que la explosión en el sótano del inmueble de 13 plantas "tuvo un carácter multifactorial". Según el documento, "se sumaron una serie de particularidades" para provocar la tragedia: "Diversas capas de sedimento impregnado de hidrocarburos procedentes ya sea por derrames de los depósitos de combustible de la Huasteca Petroleum Company, que hasta los años treinta estuvo situado en dicho predio, o del depósito de almacenamiento de hidrocarburos del servicio público del Distrito Federal", que también estaba allí. Además, "se comprobó la presencia de materia orgánica en diferentes capas del subsuelo que contiene microorganismos (anaerobios) productores de metano, los que se desarrollaron en condiciones óptimas" en contacto con los hidrocarburos.
El estallido, calificado de "tipo difuso", se inició según la PGR con una chispa de origen eléctrico o mecánico. Los peritos encontraron en el sótano "elementos de origen eléctrico para la ignición: una extensión de cable de luz, una lámpara y una clavija". Ese día, cuatro trabajadores de la empresa Conservación Pilotes de Control SA (Copicosa), contratada desde hace años por Pemex, realizaban labores de mantenimiento en unos pilotes (cimientos). La explosión consumió los vapores y el gas metano y provocó quemaduras a los tres empleados que se encontraban en ese momento en el sótano donde fallecieron. La onda expansiva afectó a los demás niveles.
"Petróleos Mexicanos ha tomado las medidas necesarias instalando sistemas de ventilación en el inmueble a fin de evitar la acumulación del gas", subraya el informe.
El procurador general Jesús Murillo Karam descartó desde el principio que la explosión ocurrida en el edificio B2 del centro administrativo de Petróleos Mexicanos se debiera al uso de explosivos.
Nacionalizada en 1938 por el expresidente Lázaro Cárdenas, Pemex es la séptima petrolera del mundo y enfrenta graves problemas económicos: el 70% de sus beneficios van a Hacienda, su producción ha caído de 3,4 millones de barriles al día en 2004 a 2,6 millones en 2012. Su sindicato de trabajadores es un gigante de 140.000 afiliados con gran poder de presión. De acuerdo con los datos del primer trimestre del año, Pemex tenía entonces un pasivo laboral de más de 1.3 billones de pesos (la suma de pagos a retirados y derechos de los empleados en activo), más del 60% de sus ingresos.
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