Los jóvenes iberoamericanos ven el futuro con moderado optimismo
Los ecuatorianos son los más optimistas en cuanto a su futuro; los portugueses, los más pesimistas
Los jóvenes iberoamericanos son moderadamente optimistas acerca de su futuro. Es una de las conclusiones a la que llega la 1ª Encuesta Iberoamericana de Juventudes, el primer sondeo hecho en América Latina con el fin de recoger las opiniones de los algo más de 157 millones de iberoamericanos que tienen entre 15 y 29 años, una cuarta parte de la población total de los 20 países del bloque (18 de ellos en América, más España y Portugal), aunque el propio informe reconoce que la mayoría de los casi 19.000 encuestados son en su mayoría estudiantes urbanos y que es más difícil encontrar las opiniones de los jóvenes que trabajan. El trabajo ha sido elaborado por la Organización Iberoamericana de Juventudes, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
En una escala del 0 a 100 puntos, en la que 100 representa el mejor futuro posible, las expectativas de los jóvenes iberoamericanos marcan 61. Según el estudio, son especialmente optimistas acerca de su futuro personal (70 puntos). Les siguen las expectativas acerca de la sociedad, de la economía, y la política (esta última con 8). Son más optimistas acerca del futuro de la educación, de la salud y de la calidad de vida, y más críticos en cuanto se refiere a la posibilidad de que, en el futuro, se solucionen la corrupción, la pobreza y la violencia.
Por países, los más optimistas son los ecuatorianos (con 77 puntos), seguidos de los costarricenses y los nicaragüenses. Por el otro lado, los más pesimistas – con diferencia – son los portugueses, con 44 puntos, seguidos de los guatemaltecos y los brasileños.
En la Península Ibérica y en los Andes son los más optimistas acerca del futuro de sus países: en ambas regiones, un 10% o menos cree que la situación va a estar peor que ahora dentro de cinco años. En el Cono Sur son los más optimistas acerca de su situación personal; menos de un 5% cree que dentro de cinco años van a estar peor que ahora. En ambos casos, los brasileños son los más pesimistas acerca del futuro.
La mayoría de los jóvenes latinoamericanos cree que la participación de sus pares en la vida pública es “regular”, aunque los brasileños son los más críticos con el resto de la juventud a la hora de calificar su rol en la vida pública. Más de un 30% cree que es “poca” o “mala”. La encuesta se realizó entre enero y febrero de 2013, antes de las manifestaciones de protesta que sacaron a las calles brasileñas a decenas de miles de jóvenes para protestar contra la situación del país. Los jóvenes menos críticos con su participación política, por el contrario, son los del Cono Sur.
La delincuencia y la violencia es la mayor preocupación en todos los países consultados, especialmente en México. La economía le sigue en la Península Ibérica y en el Cono Sur, mientras que es el empleo el que más preocupa a los países centroamericanos. Brasil es la excepción: el segundo problema es la drogadicción y el alcoholismo. Los jóvenes del gigante sudamericano también marcan una diferencia al mostrar una preocupación sobre el acceso a la sanidad y a la justicia, así como son los más críticos con su sistema educativo.
Los jóvenes brasileños son los más abiertos a temas como el matrimonio homosexual o la legalización de la marihuana, mientras que los mexicanos son los que se muestran más conservadores. Los centroamericanos son los más favorables a una mayor integración latinoamericana, mientras que los brasileños son los que más se oponen. Los encuestados mexicanos son los que se mostraron más a favor de la libre circulación de personas.
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