Israel ocultó un segundo “Prisionero X”
La Comisión de Asuntos Internos del Parlamento ha convocado una reunión urgente para examinar las “graves” filtraciones publicadas por los medios locales
Ben Zygier no era el único “Prisionero X” que Israel ocultaba en una celda de máxima seguridad. Según desvela esta mañana el diario Yedioth Ahronot, gracias a la investigación del suicidio de este exagente del Mossad se ha podido saber que en paralelo a su encierro había otro hombre en similares circunstancias en la misma cárcel, la de Ayalón. Se desconoce su identidad, los cargos que se le imputan y si aún permanece confinado. Sería, añade el diario Haaretz, un ciudadano israelí experto en materia de seguridad, cuya vigilancia estaba en manos del Shin Beth y la inteligencia del recinto, que le impedían todo contacto con el exterior.
Los demás detalles de este nuevo caso son un misterio, como lo fue el de Zygier, destapado a principios de año por la prensa australiana, país del que procedía. Fue detenido en febrero de 2010 y pasó diez meses en una celda de aislamiento antes de suicidarse. En mayo se supo que fue arrestado por sabotear involuntariamente una importante misión del Mosad: la agencia de inteligencia israelí quería rescatar los cuerpos de tres soldados muertos en 1982 en Líbano pero el detenido filtró por descuido el nombre de su contacto y hubo que abortar la operación.
Los documentos judiciales ahora revelados muestran que, mientras Zygier permanecía en el ala 15 de la prisión, otro hombre cumplía condena en el bloque 13, igualmente custodiado con extremas medidas de vigilancia. Su caso es citado en el expediente judicial para evidenciar que el procedimiento empleado con Zygier no es una excepción.
Miri Regev, la diputada que preside la Comisión de Asuntos Internos de la Knesset (Parlamento), ha convocado una reunión urgente para examinar estas “graves” filtraciones hechas por los medios locales una vez que han logrado el permiso del censor militar y de la juez que instruye el caso del primer “Prisionero X”. “Todos tenemos que aprender de esta historia. Los intentos de ocultar información pueden dañar la imagen de Israel”, ha afirmado a The Jerusalem Post.
Más allá de esta revelación sobre un segundo hombre, la investigación judicial arroja nueva luz sobre la muerte de Zygier. Apunta a que hubo negligencia en su custodia y por eso, pese a estar supuestamente vigilado 24 horas al día, en la misma celda que un día tuvo asesino del primer ministro Isaac Rabin, pudo ahorcarse con una sábana. El 15 de diciembre de 2010, el preso estuvo en el baño entre las 18.45 y las 20.19 horas, cuando fue encontrado muerto. En ese tiempo, a nadie le extrañó su larga ausencia. Había una cámara instalada junto al inodoro pero varios funcionarios han testificado que estaba estropeada, sólo enviaba imágenes a la oficina del supervisor y no al control central. Este fallo había provocado “constantes quejas” del personal, desde meses antes del suicidio, aunque ahora los oficiales a cargo de la tecnología de la prisión sostienen que no tenían noticia de ello.
A la hora del suicidio de Zygier, esa oficina del supervisor estaba vacía. Nadie vio lo que pasaba. También había escasez de personal en la sala central, por debajo de los cinco funcionarios requeridos. Las imágenes rescatadas de la celda muestran que el prisionero estuvo jugueteando con las manos unos 20 minutos antes de entrar al baño, supuestamente preparando la sábana con la que se colgó, pero su comportamiento no llamó la atención de sus vigilantes.
De momento no hay valoraciones del Gobierno israelí sobre los detalles de la custodia de Zygier y sobre la situación de ese segundo “Prisionero X”.
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