Chile vive el ensayo general de las presidenciales de noviembre

La expresidente (2006-2010) de 61 años es la gran favorita para ganar las elecciones de la oposición de centroizquierda. Tras votar este domingo, la médico socialista –que hasta marzo pasado se desempeñó como directora ejecutiva de ONU Mujeres– llamó a levantarse a los chilenos para elegir “el país en el que quieren vivir”. “Cuando uno quiere hacer cambios en un país, la mejor manera de hacerlo es ejerciendo el derecho a voto”, dijo Bachelet, quien con el histórico apoyo del partido comunista aspira a ampliar la coalición de partidos de centroizquierda que gobernó el país entre 1990 y 2010.

En sus tres meses de campaña, Bachelet ha centrado su discurso en reformas estructurales: una nueva Constitución, una reforma tributaria profunda y educación gratuita universal; demanda impuesta por el movimiento estudiantil chileno que estalló en 2011.

Exalcalde de Peñalolén, una comuna del sector oriente de Santiago, Orrego es el candidato de la Democracia Cristiana, partido históricamente ligado al centro político chileno, que se ha mostrado divido ante el ingreso de los comunistas al pacto de centroizquierda.

Con una campaña centrada en el electorado de centro y católico –que incluyen eslóganes como “Yo creo en dios…¿y qué?”–, el abogado de 44 años apostó por convertirse en el rostro de la renovación política, pero según todas las encuestas se encuentra muy lejos de amagar a Bachelet.

“Si no gano, apoyaré a la persona que gane. Así es la democracia”, dijo después de votar. Orrego ha insistido en que está dispuesto a integrar el próximo gobierno, el que muy probablemente asuma Bachelet desde marzo de 2014.

Competencia directa de Orrego, el candidato independiente Andrés Velasco ha dicho que, de no ser presidente, no se sumará a un eventual gobierno de la centroizquierda. Exministro de Hacienda de Bachelet, hoy se juega el segundo lugar de las primarias de la llamada Nueva Mayoría, ya con miras a los comicios de 2017.

Velasco ha sido el único candidato del pacto en enfrentar públicamente a su antigua jefa, de quién se distanció durante el último año. Tras depositar su voto, el economista de 51 años dijo: “Seguiré trabajando con todos quienes quieren una política mejor para Chile”.

En Antofagasta, ciudad situada a 1.200 kilómetros al norte de la capital de Chile, el abogado José Antonio Gómez fue el primero de los candidatos en votar este domingo. Después de hacerlo dijo que esperaba que al menos un 10% de los chilenos lo imitaran “ya que hoy se elige al presidente de Chile”.

Con escasas posibilidades de triunfo, el exministro de Justicia y actual presidente del Partido Radical aspira a obtener un 10% de los votos y a no ser el último del pacto de la centroizquierda. Con una campaña basada en propuestas de reformas estructurales –“la Asamblea Constituyente es la forma democrática de cambiar la Constitución”, dijo–, en mayo pasado Gómez estuvo cerca de conseguir el apoyo del Partido Comunista, que finalmente optó por Bachelet.

Mientras las dudas entre los candidatos de oposición radican en el porcentaje por el que Bachelet ganará, en el oficialismo el resultado aún es incierto. Con encuestas que dan ganadores por estrecho margen a los dos candidatos, el abogado de 57 años Andrés Allamand corre con una pequeña ventaja. Militante de Renovación Nacional –partido del presidente Sebastián Piñera–, el exministro de defensa de la actual Administración ha apelado a un votante de derecha liberal y de ganar se anticipa que asuma una campaña dura contra Bachelet. Confiado en obtener un triunfo, después de votar señaló: “la Concertación va a concretar su giro hacia la izquierda, por ende nuestro desafío es convocar a la mayoría de personas que quieren que Chile siga progresando”.

Miembro del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), el ingeniero civil industrial de 54 años Pablo Longueira representa a la derecha tradicional chilena. Exministro de economía de Sebastián Piñera, comenzó su campaña hace solo dos meses, después de la inesperada dimisión de la candidatura del independiente apoyado por la UDI Laurence Golborne. Apelando al voto popular de derecha, Longueira quiere ganar las elecciones para consolidar la hegemonía de su partido en la alianza oficialista. “Tengo la convicción de que tendremos un gran resultado, estoy confiado y contento de haber asumido este desafío”, dijo.