Brasil cambiará el Estatuto del Extranjero para facilitar la vida de los inmigrantes
La nueva ley deberá ser más abierta y dará nuevas posibilidades para los extranjeros que deseen trabajar en el país
El Gobierno brasileño ha tomado una decisión importante: facilitar la entrada y permanencia de inmigrantes extranjeros. Para ello cambiará la ley de Extranjería que actualmente es severa y asfixia por impedimentos burocráticos de todo tipo. La ley actual fue creada en 1980 aún bajo el régimen militar (1974-1985).
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo ha anunciado la creación de una comisión de especialistas que se encargará de pergeñar la nueva ley que deberá ser más abierta y dará nuevas posibilidades para los extranjeros que deseen trabajar en este país. El Gobierno desea cambiar el actual estatuto del extranjero que aún arrastra miedos del tiempo de la dictadura militar que temía la infiltración de comunistas en el país, para convertirlo en una Ley de Inmigración.
Aún no han sido dados a conocer los nombres que formarán la comisión encargada de redactar la nueva ley, pero ya ha sido anunciado que tratará no sólo de facilitar la entrada de extranjeros sino de asegurales ayudas en el acceso a los servicios públicos y rapidez en la concesión de vistos de permanencia. Brasil no sólo no tiene problemas de paro laboral, sino que necesita con urgencia mano de obra, sobretodo calificada. En un sondeo reciente el 92% de los mayores empresarios del país ha denunciado la falta de trabajadores preparados principalmente en los segundos y terceros escalones de responsabilidad, lo que les obliga a contratar a personas no calificadas para dichos cargos con las consecuencias que es fácil imaginar.
Lo que no necesita Brasil es mano de obra de peones, de gente sin preparación y sin diplomas, ya que existe en el país una masa enorme de dichos trabajadores, la mayoría actuando en el mercado informal. Este país ha visto en 2012 doblar el número de inmigrantes extranjeros que hoy es de un millón y medio según datos del Ministerio de Justicia. La burocracia, sea para poder conseguir el visado de trabajo o de permanencia en el país, es hasta ahora desesperante, como saben muy bien los empresarios y los simples ciudadanos que deseaban venir a buscar trabajo.
Hoy, ese muro va a ser derribado y es de esperar que la comisión encargada de limpiar el bosque de la burocracia acabe con ese calvario de miles de extranjeros sin complicarlo aún más. Se podría hacer un libro sobre historias de extranjeros en su peregrinación por las oficinas del Estado y notarías varias para recopilar documentos necesarios para pedir la permanencia en el país.
Un periodista que después de haberse casado con una brasileña y pertenecerle por ley la tarjeta de permanencia definitiva, necesitó de más de 20 documentos y una espera de dos años hasta que fue anunciada la concesión en el Boletín Oficial del Estado. Intentó acelerar el proceso y le recomendaron un lobby en Brasilia que podría ayudarle con un coste de 10.000 reales (5.000 dólares), a lo que se negó ya que consideraba que la permanencia le pertenecía por ley y prefirió esperar los dos años.
Ha habido también un cambio importante en las oficinas de la Policía Federal a donde acuden los extranjeros para sus peripecias de visados y documentos varios. Hasta hace no mucho, los extranjeros llegaban allí con miedo por el trato brusco y poco amistoso de los policías. Hoy todo eso se ha modernizado. Muchas cosas pueden resolverse por internet y el personal que atiende a los extranjeros es educado y hasta amable en muchas ocasiones, algo que es justicia reconocer.
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