Las ‘madres de mayo’ mexicanas piden la intervención de la esposa del presidente

Las siete mujeres y el hombre que desde el pasado jueves permanecen en huelga de hambre para exigir a las autoridades que busquen a sus hijos desaparecidos, recibieron este miércoles la visita del procurador (fiscal) General de la República, Jesús Murillo Karam, a quien solicitaron que sea su interlocutor para el diálogo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Frente a la sede de la institución los familiares de las víctimas han instalado varias tiendas de campaña adornadas con pancartas que no piensan abandonar hasta que el máximo responsable del Gobierno los reciba. Si bien los familiares se mostraban este jueves agradecidos con el gesto de Karam y reconocen que la Procuraduría siempre ha tenido la disposición de escucharlos, un portavoz de la institución señaló a este diario que la reunión duró unos "dos minutos". Además, a través de un comunicado, la PGR ratifica que el asunto es competencia suya, no del presidente: “Nuestras puertas están abiertas, la atención de sus demandas es atribución de la Procuraduría y aquí es donde les daremos solución."

En conferencia de prensa y visiblemente debilitadas –una mujer amaneció con fiebre y otra padeciendo diarrea y vómitos- las madres insistieron en que Murillo Karam sirva de enlace e instaron a la esposa del presidente, Angélica Rivera, a que “como mujer y madre se solidarice” con ellas y le pida a Peña Nieto que las reciba. El pasado 10 de mayo, fecha que se dedica a las madres en México, diferentes asociaciones marcharon por el céntrico paseo de la Reforma de la capital para pedir justicia para sus hijos desaparecidos. Ese mismo día, como presidenta del sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Rivera pronunció un discurso a favor de las madres de todo México. “En el DIF nos importa cómo están las mamás y cómo se sienten. Vamos a apoyarlas en todo lo que necesitan”. “Hemos sido ignorados hasta el día de hoy”, responde la huelguista Margarita López, quien por segunda vez realiza una protesta de este tipo –la anterior fue en noviembre- “si la esposa del presidente se declara comprometida con las madres luchadoras de México, aquí tiene a unas madres luchadoras”.

En su comparecencia, las madres también han criticado la nula reacción por parte de la subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, quien en febrero de este año anunció una lista con más de 26.000 desaparecidos durante el sexenio de Calderón, entre 2006 y 2012. Asimismo, han cargado contra el secretario Miguel Ángel Osorio Chong. “Hace tres meses se reunión con nosotras y se comprometió a crear una página de internet específica para poder consultar cada caso, también a otorgarnos línea directa para atender nuestras demandas y a incrementar el equipo especializado encargado de la búsqueda de desaparecidos, que ya existe pero no funciona”, señala Margarita, “nada de eso se ha cumplido”. Por otro lado, el miércoles, algunos familiares acudieron al Senado, donde recibieron el apoyo del senador del PRD Alejandro Encinas, quien hizo una solicitud formal para que el presidente los reciba.

Este jueves, las huelguistas han posado ante los medios de nuevo con la boca tapada, para evitar infecciones debido a su “precario estado de salud”. En este sentido, Jaime Olivares, uno de los padres que comenzó la huelga pero tuvo que dejarla porque padece diabetes, ha anunciado que las madres no ofrecerán más entrevistas de forma individual, para evitar un mayor agotamiento. Jaime acompaña a su mujer en la protesta y atiende a EL PAÍS en una de las tiendas de campaña con techo naranja, entre decenas de bolsas en las que guardan ropa y mantas. Su hijo, de 22 años, desapareció en 2011 en una estación de autobús del Estado de Veracruz. Estudiaba en la Universidad y trabajaba también en una tienda de ultramarinos. Cuando acudió a la Procuraduría de Justicia local un agente le dio señales de lo poco que iban a hacer por él: “Señor, usted ya perdió un brazo, mejor dedíquese a cuidar del resto de su familia”.

Frente a la entrega y el esfuerzo de estos padres, que han pedido expresamente que nadie más se una con ellos a la huelga –“ya es suficiente con nuestro sufrimiento, preferimos que protesten de otro modo, con ayunos de doce horas o plantones, pero que no deterioren su salud”, decía una madre- , contrasta la falta de delicadeza de las autoridades. La Secretaría de Salud, que los visita dos veces al día, ya les ha comunicado que tiene órdenes de atenderlos en un hospital de la capital. “Aquí los esperamos, para cuando vayan cayendo”, aseguran que les dijeron algunas de las personas que los asisten.