Unas 30 empresas asumen el pacto para evitar nuevos desastres en Bangladesh
Aumenta la nómina de empresas europeas mientras las estadounidenses se muestran reticentes
Aumenta la nómina de empresas textiles que han recogido el guante de los sindicatos mundiales IndustriALL y UNI respecto a Bangladesh. La treintena de signatarios incluye H&M, Inditex, C&A, PVH, Tchibo, Tesco, Marks & Spencer, Primark, El Corte Inglés, Mango, Carrefour, Mothercare, Loblaws, Sainsbury’s y Benetton entre otras. Los activistas que trabajan para dignificar las condiciones de trabajo en los talleres textiles que emplean a unos cuatro millones de bangladesíes han criticado este miércoles las reticencias de las grandes empresas estadounidenses a unirse a este acuerdo vinculante. El pacto incluye el compromiso de costear las reparaciones requeridas en inspecciones independientes.
Empresas y activistas, reunidos tras la catástrofe en Alemania en una reunión prevista de antemano, se dieron de plazo hasta la medianoche del miércoles al jueves para alcanzar un acuerdo. Las negociaciones han sido frenéticas durante los últimos días.
El Corte Inglés ha anunciado este martes mediante un comunicado que se sumará al acuerdo para la seguridad y contra los incendios al que la víspera se unieron varias empresas encabezadas por los dos gigantes del sector, la sueca H&M y la española Inditex. Las medidas incluidas en este nuevo compromiso "complementarán el sistema de auditorías sociales que ya se desarrollan en el sector textil", asegura la nota de la empresa española.
El pacto, centrado en medidas preventivas, pretende que “ningún trabajador tema incendios, derrumbes de edificios u otros accidentes que pueden ser prevenidos con unas medidas de seguridad y de salubridad razonables”, detalla el texto de seis folios.
El desastre del Rana Plaza, con 1.127 muertos y 2.500 heridos incluidas decenas de personas mutiladas, ha horrorizado a millones de consumidores. Más de un millón han firmado peticiones en Internet exigiendo a las empresas que asumieran mayores responsabilidades.
La holandesa C&A, la italiana Benetton y la británica Marks &Spencer son otras de las compañías que han anunciado su apoyo al pacto. Un gesto que no ha sido imitado por sus competidoras estadounidenses. Gap, otro de los gigantes del sector, exige un cambio en los términos del pacto –sobre cómo resolver en los tribunales las disputas—para unirse. “Con solo este cambio, este acuerdo global, histórico, puede avanzar con un grupo de empresas minoristas, no solo las que tienen sede en Europa”, ha declarado una directiva de la empresa estadounidense en un comunicado.
El sindicato UNI ha urgido a las norteamericanas Gap y Walmart a no quedarse fuera del acuerdo.
El pacto, que tiene una duración de cinco años, prevé inspecciones independientes cuyos resultados serán públicos, el nombramiento de un inspector general, reparaciones obligatorias para garantizar unas condiciones seguras que deberán costear las propias compañías.
Sindicatos y ONG (incluida la campaña española Ropa Limpia) llevaban varios años batallando por un compromiso como el logrado, cuya implementación supervisará la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El ámbito de aplicación del acuerdo se limita a Bangladesh, uno de los países donde peores son las condiciones de los que trabajan en el sector y que el verano pasado contaba con solo un puñado de inspectores.
Coser en talleres bangladesíes de los que salen millones de prendas con etiquetas de marcas occidentales a las tiendas de todo el mundo se ha convertido en un oficio de riesgo. Así lo demuestran los últimos grandes desastres. Unos 1.250 trabajadores textiles han muerto en ese país en los últimos seis meses en su puesto de trabajo, según el sindicato UNI.
Al margen de este pacto preventivo, El Corte Inglés, Primark y otras empresas que fabricaban en el edificio Rana Plaza anunciaron ayudas para las víctimas.
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