La justicia imputa a Sarkozy por abusar de Bettencourt para obtener financiación
La justicia investiga si se aprovechó de la dueña de L'Oreal para obtener financiación política
El expresidente francés Nicolás Sarkozy fue imputado este jueves por un delito de abuso de debilidad de Lilliane Bettencourt, la mujer más rica del país y heredera del grupo L’Oréal, según informó anoche el abogado del exmandatario, Thierry Herzog, quien anunció su intención de recurrir la decisión. El juez de Burdeos Jean-Michel Gentil tomó la decisión tras un careo mantenido por Sarkozy con cuatro integrantes del servicio doméstico de la anciana multimillonaria en 2007. El caso, que acorrala a Sarkozy desde 2010, da así un giro inesperado, ya que el expresidente había declarado en noviembre durante doce horas, pero se había librado de ser imputado por falta de pruebas.
Sarkozy abandonó el palacio de Justicia de Burdeos poco antes de las diez de la noche, después de varias horas de careo con el exmayordomo de Bettencourt y otros tres empleados más. Después del careo, que acabó hacia las cinco de la tarde, el juez interrogó largamente al expresidente de la República y decidió imputarle por abuso de debilidad, aunque no por financiación ilegal de partido político, el otro delito que en principio se atribuía a Sarkozy.
La inesperada cumbre judicial del caso fue convocada en secreto por el juez, y la prensa no vio entrar en los juzgados a Sarkozy, aunque si localizó al exmayordomo cuando llegó y cuando se marchó. El careo, según fuentes judiciales, trataba de determinar cuántas veces visitó el exlíder conservador la casa de la heredera de L’Oréal durante la campaña electoral de 2007, y si se encontró con Bettencourt o no.
El juez Gentil y sus compañeros Cécile Ramonatxo y Valérie Noël investigan la posible financiación ilegal de aquella campaña, y sospechan que Sarkozy se pudo beneficiar de los 4 millones de euros en efectivo que trasladó a Francia desde una cuenta en Suiza el administrador de la familia, Patrice de Maistree. El contable y Eric Woerth, exministro de Trabajo y Presupuesto de Sarkozy, están imputados en la causa desde hace meses.
En noviembre, los jueces habían declarado a Nicolas Sarkozy “testigo asistido” al no encontrar pruebas suficientes para imputarle. El expresidente siempre ha afirmado que solo visitó una vez el domicilio de Bettencourt durante su campaña de 2007 para encontrarse brevemente con André Bettencourt, el marido de Lilliane. Desde aquel día, los magistrados han realizado diversos interrogatorios a los empleados de la millonaria, y según dijeron fuentes judiciales varios de ellos habrían confirmado que Sarkozy visitó la casa varias veces durante aquel periodo.
El exmayordomo Pascal Bonnefoy, de 49 años, fue imputado por atentado a la intimidad de Lilliane Bettencourt por haber grabado las conversaciones en la casa entre mediados de 2009 y mediados de 2010. El asistente entregó las cintas a Françoise Bettencourt-Meyers, la única hija de la millonaria, que había denunciado a finales de 2007 al amigo de su madre, el fotógrafo François-Marie Banier, por abusar de su supuesta senilidad. Bettencourt fue inhabilitada en octubre de 2011 por los jueces después de que los peritos médicos le detectaran una enfermedad neurológica degenerativa.
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