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El presidente se embarca en la búsqueda de un acuerdo sobre el presupuesto

Estados Unidos lleva cuatro años sin aprobar un presupuesto

Yolanda Monge
Una imagen inusual: el coche oficial del presidente Obama, aparcado en el Capitolio.
Una imagen inusual: el coche oficial del presidente Obama, aparcado en el Capitolio.MANDEL NGAN (AFP)

Se la conoce como la ‘ofensiva del encanto’ y Barack Obama se embarcó en ella con su mejor sonrisa la semana pasada cuando cenó en un conocido hotel de Washington con una docena de senadores republicanos. Al día siguiente, el presidente de EEUU siguió ejercitando su cautivador carisma y comió con Paul Ryan, el hombre que ayer martes presentó la propuesta de presupuesto republicana –y van tres- y que pretende abolir –de nuevo- la reforma sanitaria lograda por el presidente y apodada por los conservadores como ‘Obamacare’.

Tradicionalmente alejado del ruido del Congreso, el presidente recorrerá esta semana varias veces humildemente la distancia que separa la Casa Blanca del Capitolio para lograr sentar las bases de un complicado acuerdo que permita bajar la deuda estadounidense combinando recortes y aumento de ingresos fiscales. Pura táctica de encanto en ejecución.

Cuatro años. Ese es el tiempo que, para sorpresa del planeta, Estados Unidos lleva sin aprobar un presupuesto y ayer por primera vez los senadores demócratas desvelaron al presidente una primera propuesta que recaudaría 1.000 billones de dólares mientras que recortaría la misma cantidad de gastos en un periodo de 10 años. Pero los republicanos no están dispuestos a conceder más aumentos de impuestos, de hecho, en la propuesta presentada ayer por Ryan para equilibrar el presupuesto está el rediseño del sistema tributario, además de cambiar el Medicare –plan de ayuda sanitaria a los mayores- y reformar el sistema de beneficios y subsidios sociales.

Ryan, el hombre que aspiró a la vicepresidencia de EEUU en las pasadas elecciones, es presidente del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes y ayer repitió el mantra de que con su plan el gobierno no gastará más de lo que recibe en impuestos. Pero la Casa Blanca no comulga con su doctrina y el presidente –aún en la táctica del encanto pero contundente en sus posiciones- rechazó la propuesta republicana por considerar que el plan de Ryan no ofrece nada nuevo a lo ofertado el año pasada y dañará a la clase media con nuevas tasas y dejará a salvo de la tijera del fisco a las rentas millonarias.

En una entrevista con la cadena ABC, Obama solo dijo del plan Ryan: “Es la misma ley que presentó antes”. El presidente manifestó que su objetivo no es un presupuesto equilibrado sin más, sino que su plan es que se mantenga “el crecimiento económico y se ponga a la gente a trabajar”. “Para ello”, anunció el presidente, “hay que aumentar los ingresos”.

Si el martes el presidente se reunió en el Capitolio con senadores demócratas, este miércoles se entrevistará con representantes republicanos, que están llamados a ser su hueso más difícil de roer y donde deberá de emplearse a fondo en su táctica del encanto. El jueves, los encuentros serán tanto con senadores republicanos como con representantes demócratas.

Las posiciones públicas siguen siendo las mismas que han causado que EEUU lleve los cuatro años antes mencionados sin aprobar un presupuesto y el problema de fondo se repite una y otra vez, siendo éste la visión irreconciliable de republicanos y demócratas sobre el modelo de sociedad que desean, que está haciendo el país ingobernable.

Pero según informaba ayer Politico, Obama está dispuesto a realizar concesiones en programas sociales y reconoce la necesidad de tocar los programas de Seguridad Social (pensiones) y Medicare.

La Casa Blanca comunicaba ayer a través de su portavoz, Jay Carney, que el presidente Obama presentará su propia propuesta presupuestaria en la segunda semana de abril –muy probablemente el día 8-. La reacción de la oposición no se hizo esperar y criticaron que no se vaya a presentar antes de la tradicional propuesta del Congreso. Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado, informaba que era “la primera vez en 90 años que el presupuesto del presidente llegará después de que la Cámara y el Senado voten sus respectivas propuestas”. Que, además, tienen una alta probabilidad se morirán en ambas cámaras. Pésimo escenario para que triunfe el encanto.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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