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EEUU TORMENTA

‘Nemo’ deja a casi un millón de personas sin luz en la costa Este

Se han registrado más de 70 centímetros de nieve en varias zonas de Nueva Inglaterra Los aeropuertos empiezan a operar con normalidad Al menos hay 10 fallecidos por el temporal

La costa Este de Estados Unidos se recupera poco a poco del temporal de nieve, bautizado como Nemo, que durante la noche del viernes y todo el sábado, sepultó en un tupido manto de nieve, que ha llegado a alcanzar casi el metro de altura en algunos lugares, a Nueva Inglaterra, la zona más poblada del país. 40 millones de personas se han visto atrapadas en una fuerte tormenta que ha dejado sin luz a 900.000 personas y ha provocado la muerte de, al menos,10.

Conforme la tormenta ha ido adentrándose en el océano y perdiendo fuerza, los Estados y las principales ciudades afectadas también han recuperado la tranquilidad. Todos los aeropuertos principales de la costa Este funcionan con normalidad y el de Logan, en Boston, el más afectado por el temporal –registró más de 63 centímetros de nieve y vientos de hasta 122 kilómetros por hora-, ha reanudado sus operaciones durante la noche del sábado y el de Providence (Rhode Island) la hara a lo largo de la mañana del domingo. El principal objetivo ahora es restaurar el fluido eléctrico en la zona.

La circulación por carretera, prohibida en los Estados de Massachusetts, Connecticut y Rhode Island, ha vuelto a permitirse a primera hora de la tarde del sábado. La mayoría de los trayectos ferroviarios del corredor del noreste se han restablecido y en la conexión que une Nueva York y Boston comenzará a funcionar el domingo.

De momento, 10 personas han fallecido como consecuencia del temporal, una en Nueva York, cinco en Connecticut, dos al sur de Ontario, junto a la frontera con Nueva York, y otras dos en Boston, ambas por inhalación de monóxido de carbono. Aunque Nemo ya se ha incluido entre las cinco tormentas de mayor intensidad de EE UU, según la mayoría de los meteorólogos de las televisiones del país, finalmente no ha tenido los efectos devastadores para los que, desde el noreste de Pensilvania hasta Maine, todos los Estados se habían preparado para afrontar. “Creo que es justo decir que hemos tenido suerte”, indicó el sábado por la mañana el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.

Central Park se despertó envuelto en una capa de hasta 20 centímetros de nieve y en algunas áreas de Long Island -la más afectada del Estado de Nueva York, según indicó su gobernador, Andrew Cuomo- llegaron a registrarse más de 40 centímetros. A diferencia del paso del huracán Sandy, de cuyos efectos aún se está recuperando Nueva York, en esta ocasión, el transporte público no ha tenido que suspenderse –excepto en una línea de metro- y la ciudad ha ido retomando la normalidad propia de un día de nieve: niños lanzándose bolas, jóvenes aprovechando cualquier espacio, hasta campos de golf, para deslizarse en trineo… Pese a todo, Nemo, ya ha trastocado los planes de la Semana de la Moda que estos días de celebra en la localidad. El diseñador Marc Jacobs ha pospuesto su desfile de este sábado debido a las dificultades para viajar y desplazarse por la localidad.

El centro histórico de Boston, una de las localidades más afectadas por el temporal, amaneció sumergido en más de medio metro de nieve. Durante las primeras horas de la mañana, las estatuas que se yerguen en su jardín botánico no tuvieron más compañía que la suya propia, la de los copos de nieve y la del fuerte viento -con rachas de hasta 100 kilómetros por hora, según el Servicio Nacional de Meteorología-. La localidad era lo más parecido a una ciudad fantasma, sin nadie en sus calles y con varios coches varados en las carreteras. El metro y el servicio de autobús público siguen suspendidos y en el puerto han roto olas de hasta medio metro de altura.

Massachusetts, junto con Connecticut, ha sido uno de los Estados con los que más se ha ensañado Nemo. Allí, más de 400.000 personas se han quedado sin luz y la principal preocupación de las autoridades, ahora que la tormenta se aleja convertida en ventisca, es acceder a aquellas localidades más aisladas y evacuar a sus habitantes para preservarlos del frío ante la falta de electricidad. La alerta por inundaciones se ha desactivado a primera hora de la tarde, aunque un centenar de personas también han debido ser evacuadas en la zona costera.

El gobernador de Nueva York ha asegurado que ofrecerá ayuda a los Estados vecinos de Massachusetts y Connecticut para que puedan recuperarse de los efectos de la tormenta cuanto antes.

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