Los trabajadores del diario ‘Haaretz’ hacen huelga en contra de los despidos
El diario progresista de referencia en Israel no está hoy en el quiosco por primera vez en 30 años Los trabajadores hacen huelga contra el plan para despedir a 100 de los 450 empleados
El diario Haaretz es la última víctima de la contagiosa enfermedad que se propaga por la prensa mundial y que en el caso israelí presenta un diagnóstico grave. La publicación progresista de referencia en Israel no ha salido este jueves a la calle por primera vez en 30 años, después de que sus trabajadores decidieran hacer huelga para protestar contra un plan que contempla el despido de 100 de los 450 empleados del diario. Piden además que la dirección les haga partícipes de los esfuerzos para revitalizar la publicación.
La huelga empezó ayer miércoles a las cuatro de la tarde y se prolongó hasta la medianoche, según informa el propio diario al final de su página web. Los trabajadores se han manifestado ante las puertas del diario para pedir a la empresa que cambie sus planes y sobre todo que les incluya en el proceso de toma de decisiones con las que los gestores pretenden salvar el diario. Hasta 125 trabajadores votaron a favor de la huelga, frente a 68 que se opusieron a la medida de protesta.
La dirección de Haaretz asegura que no sólo ha escuchado las demandas de los trabajadores, sino que ha incorporado incluso algunas de sus sugerencias. En cualquier caso, anunciaron los directivos, el plan de despidos graduales sigue adelante. "Es una lástima que el sindicato no entienda que algo ha sucedido en la industria periodística, que requiere una adaptación de los gastos a la realidad del negocio”, indicó a los trabajadores Amos Schocken, dueño de la publicación. Mientras, los rumores sobre un posible cierre del diario cobran cierta entidad con el paso de los días.
Gideon Levy, uno de los columnistas estrella del diario, que ha abanderado la campaña del “no” a la huelga declaró que tiene “muchas quejas respecto a la gestión de Haaretz, pero nadie puede negar que la situación es grave y que hay que tomar una decisión. ¿Aceptaremos este dolor parcial y seguiremos adelante o dejaremos que el periódico entero caiga?”.
Haaretz no está ni mucho menos solo en su enfermedad. El panorama de la prensa israelí es de lo más sombrío. El diario Maariv, uno de los tres más vendidos del país, se encuentra al borde del cierre. Sus empleados se manifestaron el miércoles ante la residencia del primer ministro para pedirle que actúe y evite la defunción de la publicación.
En Israel, a la crisis general que sufre la prensa mundial debido a la caída de los ingresos y a la incapacidad de rentabilizar el salto al formato digital, se le suma la competencia que ejerce un potente gratuito. Se trata de Israel Hayom, el diario populista de derechas que financia el magnate estadounidense Sheldon Adelson (promotor del proyecto Eurovegas en Madrid), y que nació con una clara vocación partidista: apoyar al actual primer ministro, Benjamín Netanyahu. Israel Hayom arrasa y destroza a su paso las escasas esperanzas de supervivencia de sus rivales.
“Estamos asistiendo a una de las mayores y más graves amenazas a la democracia israelí desde el día que este Estado se fundó. Ante las narices de numerosos lectores —muchos de los cuales evidentemente ni se inmutan, claro—“, escribía hoy en Maariv Shai Golden. “Maariv y Haaretz son más que dos empresas. Puede que su modelo de negocio ya no sea válido, pero su importancia para Israel, para el futuro y el presente de este país es algo que va mucho más allá del dinero”, añadió.
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