Ryan inicia la gira de los candidatos republicanos para reconquistar Ohio

Por debajo en las encuestas electorales en Ohio, y a sabiendas de que deben ganar aquí de forma casi indispensable para llegar a la Casa Blanca, los candidatos republicanos han comenzado este lunes una gira en autobús por este Estado, que les llevará desde los bastiones republicanos del oeste, más conservadores, a las zonas metropolitanas que auparon a Obama a la presidencia en 2008. Ha sido Paul Ryan, el número dos, quien ha inaugurado ese viaje, con una visita a Lima, una localidad que en un remoto pasado fue un vibrante centro manufacturero y de refinación de crudo, y que hoy languidece con un elevando desempleo y una industria que huye hacia otros lugares.

Ryan ha llegado a Ohio para ser Ryan. En su primer acto electoral ha buscado conectar con los electores, con el toque personal y sencillo del que carece su jefe, Mitt Romney. Ha recordado que estudió en una universidad al norte de Lima, en la universidad de Miami en Oxford. Se ha definido como un chaval sencillo del Medio Oeste industrial. Y ha defendido sus ideas con números, muchos números, repartidos en varios gráficos. “Yo defendía estas ideas cuando no eran populares”, ha dicho, mientras en una pantalla se explicaba que, bajo Barack Obama, la deuda pública ha aumentado en 16.000 dólares por persona.

Lima, en el Condado de Allen, es una perfecta muestra demográfica y electoral del oeste de Ohio, más rural, menos urbano, que las grandes ciudades del norte, como Cleveland. En 2008 votó a favor del republicano John McCain, aunque Obama acabó ganando Ohio y la nación. Los electores reunidos en este mitin eran republicanos convencidos. Muchos ponían en duda, casi sin necesidad de preguntarles, que Barack Obama haya nacido en EE UU. “Estoy segura de que ha nacido en Kenia. Es cierto, porque lo leí en un correo electrónico que recibí”, aseguraba Jane Pangle, jubilada de 80 años.

Ohio es crucial para Ryan y para Romney porque es uno de los pocos Estados no comprometidos políticamente. Ha votado a Reagan y a los dos Bush, y también a Clinton y a Obama. Desde hace 11 elecciones presidenciales vota a favor de quien se hace con la nación, de ahí el dicho de “lo que dice Ohio, lo hace la nación". Según la media de encuestas que efectúa Real Clear Politics, Obama ganará aquí por un 4% de los votos. Es la misma ventaja que obtuvo en las presidenciales de hace cuatro años.

Ryan hará campaña en solitario por el suroeste, republicano. El martes por la tarde se le unirá Romney, que se encargará de defender sus ideas en bastiones demócratas como Columbus o Cleveland. Es una estrategia cuidadosamente planificada: Ryan, al que se considera más conservador que Romney en asuntos fiscales y sociales, apela a los votantes del Tea Party y enardece a sus bases. Romney trabaja más para ganarse el voto independiente, con su imagen de exgobernador de un Estado demócrata, como es Masachusetts, y empresario de éxito. “No hay duda, Ryan es mucho más conservador, está más con lo que yo creo, y eso es un factor decisivo”, aseguraba en el mitin Larry Steiger, de 63 años.

“Alguien como Ryan comparte mis valores, no sólo en el plano económico. También opina como yo en aspectos morales. Y pone a Dios por delante, como querían nuestros padres fundadores”, explicaba Darla Lee, jubilada de 66 años, que se define como afín al movimiento del Tea Party. “Me gustan tanto Romney como Ryan, pero Ryan aporta a esta campaña una mayor emoción, es alguien más carismático, como lo era, por ejemplo, Sarah Palin”.

Ryan, sin embargo, se cuida mucho de parecerse en nada a Palin. Donde la exgobernadora de Alaska hablaba de asuntos eminentemente sociales, con eslóganes muy medidos, apelando al corazón, el actual candidato a la vicepresidencia aporta datos, gráficos, estimaciones, valoraciones. También da mayores nociones de historia. “Encended los televisores, y lo que vemos hoy recuerda a la crisis de los rehenes de 1979”, dijo en el mitin, en referencia a las protestas que recorren el mundo musulmán, y que en Libia se cobraron las vidas de cuatro estadounidenses.