Portugal pide ayuda europea para luchar contra varios incendios que la afligen

El Gobierno portugués ha pedido ayuda a Europa para luchar contra varios incendios forestales que desde el fin de semana estragan el norte y el centro del país. En concreto, el Gobierno portugués se ha dirigido al Mecanismo Europeo de Protección Civil, un organismo especializado en auxiliar a países “que exijan operaciones urgentes”, según una nota de Protección Civil portuguesa.

Desde el domingo, centenares de bomberos pelean contra el fuego en varios incendios declarados en varias regiones portuguesas. Algunos se extinguen. Otros surgen. Otros no acaban de ser dominados. Hoy son 19. Y 1.700 los efectivos movilizados. Así, las televisiones portuguesas repiten continuamente  desde el domingo imágenes de llamas amenazando las puertas de las casas de campo, de personas con las manos en la cabeza, aterrorizados, gritando o escapando campo a través o señalando a los bomberos el avance del fuego hacia su vivienda.

El incendio más importante y peligroso es el que afecta al concejo de Ourem, a 140 kilómetros al norte de Lisboa, declarado en la mañana del domingo. Allí se encuentran ahora más de 489 personas tratanto de acorralar a las llamas, atentos a los nuevos focos que se producen. En esta zona murió el pasado domingo por la noche un hombre de 54 años cuando trató de salvar del fuego a su gallinero. Fue encontrado hoy completamente carbonizado. También en este concejo de Ourem un helicóptero que participaba en la extinción del incendio cayó hoy en un merendero, hiriendo levemente al piloto y al copiloto. Fueron trasladados al hospital.

El responsable de Protección Civil en Santarém, Joaquim Chambel, ha asegurado que aún queda mucho por hacer, dado que se dan aún “condiciones muy favorables” para que las llamas sigan avanzando: altas temperaturas (superiores a los 30 grados en muchas regiones) poca humedad en el aire y viento seco proveniente del nordeste.

En los siete primeros meses de este año han ardido más de 67.000 hectáreas de monte portugués, el triple de lo registrado el año pasado, según el último balance de las autoridades lusas. Esos datos, los peores desde 2005, cuando fueron arrasadas por las llamas 92.000 hectáreas, no incluyen todavía los efectos de los muchos incendios registrados en agosto.