Once muertos al estrellarse un helicóptero militar en Afganistán
Los fallecidos son siete soldados estadounidenses, tres uniformados y un intérprete locales
La caída de un helicóptero Black Hawk en la provincia de Kandahar, bastión talibán, se saldó este jueves con 11 víctimas, siete de ellos soldados norteamericanos, en el que es el peor indidente aéreo para las tropas norteamericanas en Afganistán en lo que va de año. La guerrilla Talibán reclamó la autoría del ataque, algo que varios portavoces del mando de la OTAN en aquel país han puesto en duda, manifestando únicamente que han abierto una investigación sobre el incidente.
Según confirmó un portavoz de la Fuerza Internacional de Seguridad de Afganistán de la OTAN, el general de brigada Gunter Katz, entre los fallecidos había siete soldados norteamericanos, tres miembros de la Fuerza de Seguridad Nacional de Afganistán y un intérprete, civil. En abril el accidente de otro Black Hawk se había saldado con la muerte de cuatro soldados de EE UU en otra plaza fuerte de la insurgencia, la provincia de Helmand.
“Nadie ha sobrevivido”, dijo este jueves un portavoz de la guerrila Talibán, Qari Yousef Ahmadi, a la agencia Associated Press, asegurando que la caída del helicóptero obedecía a un ataque de la insurgencia. El Black Hawk, modelo UH-60, cayó en el distrito de Shah Wali Kot, en el norte de la provincia, según confirmaron las autoridades locales a las fuerzas de la OTAN. Éstas no pudieron aclarar si la caída fue accidental u obra de un ataque.
En agosto del año pasado, la guerrilla Talibán ya abatió un helicóptero Chinhook de EE UU, matando a 30 soldados norteamericanos (entre ellos 20 SEALS de la Marina, el equipo de élite que aniquiló a Osama bin Laden), siete afganos y un intérprete. Aquel ataque se produjo en el marco del inicio del repliegue norteamericano de Afganistán, dentro de la cual se retirarán 30.000 soldados este año. Se prevé que las tropas de EE UU hayan abandonado el país antes de finales de 2014.
El accidente de este jueves se produjo menos de una semana después de que seis soldados estadounidenses murieran abatidos por soldados de Afganistán en varios incidentes separados, una serie de ataques que puso de relieve el grado de infiltración de la insurgente entre las fuerzas de seguridad nacionales de aquel país.
Los accidentes de helicópteros militares no son infrecuentes en Afganistán. En muchas ocasiones se producen por problemas técnicos o errores humanos. En otras, menos, por ataques de los insurgentes, que suelen emplear misiles tierra-aire. Especialmente vulnerables a esos ataques son los helicópteros Chinhook, un modelo de rotores en tándem que las fuerzas armadas norteamericanas comenzó a emplear en 1962.
En marzo, un helicóptero turco se estrelló contra unas viviendas en las afueras de Kabul, la capital afgana, en un accidente en el que fallecieron 12 soldados de Turquía y dos civiles. Aquel fue el peor incidente contra las tropas de Turquía en los 11 años de una operación militar a la que ese país aporta más de 1.800 soldados
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