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Ola de deserciones en Damasco

La deserción del primer ministro sirio se suma a una larga lista de defecciones

Gobierno. La del primer ministro sirio, Riad Farid Hijab, que ayer huyó de su país, es la última de un total de 41 deserciones que se han producido entre los altos cargos de la política y las fuerzas de seguridad sirias desde el comienzo del conflicto hace 17 meses. Los medios estatales y leales al régimen informaron de que el político había sido destituido, pero horas más tarde Hijab aseguraba a través de un comunicado que había desertado para unirse a las filas de “la revolución”. Su huida no es la primera que se produce en el seno del Gobierno. El 8 de marzo de 2012, el viceministro del Petróleo, Abdo Hussameddin, anunció su dimisión para denunciar la “brutalidad” del régimen de Bachar el Asad y se convirtió así en el primer responsable del Gabinete en pasarse a las filas de la oposición.

Militares. En los últimos meses, centenares de militares sirios han cruzado la frontera con Turquía y Líbano, entre ellos, varios de alto rango.

El 30 de julio de 2011, el coronel Riad el Asad, desertor refugiado en Turquía, anunció la formación del Ejército Libre de Siria, una agrupación que hoy es el brazo armado de la revolución. El 5 de julio de 2012, el general Manaf Tlass, alto mando del Ejército y amigo de infancia del presidente El Asad, dimitió y huyó a Turquía y, posteriormente, a Francia. Hijo del general Mustapha Tlass, exministro de Defensa y amigo de Hafez el Asad, padre del actual presidente, Manaf Tlass era un miembro de la nomenklatura siria.

Diplomáticos. El 11 de julio, el embajador de Siria en Bagdad, Nawaf Fares, se convirtió en el primer diplomático en desertar desde el inicio del conflicto. Huyó a Catar, desde donde llamó al Ejército “a unirse de inmediato a las filas de la revolución”. Los días 24 y 25 de julio abandonaron a El Asad el embajador sirio en los Emiratos Árabes Unidos, Abdel Latif el Dabbagh, y su esposa, la encargada de negocios siria en la República de Chipre, Lamia Hariri. Un día después, hizo lo propio el responsable de seguridad de la Embajada siria en Omán, Mohamed Tahsine el Faqir. Los días 30 y 31 de julio dimitieron el encargado de negocios sirio en Londres, Jaled el Ayubi, y el cónsul general de Siria en Armenia, Mohamed Hussam Hafez. Ayubi afirmó entonces que ya no quería representar a un Gobierno que había cometido actos violentos en contra de su propio pueblo.

Diputados. Cuatro diputados han dimitido desde marzo de 2011 para protestar contra la violencia del Gobierno en la represión de los rebeldes. En abril de 2011, lo hicieron dos diputados independientes. En enero de 2012, el diputado Imad Ghaliune, miembro de la comisión del presupuesto en el Parlamento, huyó a Egipto. Por último, el 26 de julio, una diputada de Alepo, Ijlas Badaui, abandonó el país y se refugió en Turquía con sus seis hijos. Fue la primera deserción en el seno del nuevo Parlamento elegido en mayo.

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