La campaña de Romney hace una nueva apuesta por el voto hispano
Obama cuenta con el 70% del voto hispano, frente al 22% que apoyaría a Romney, según las últimas encuestas
El candidato republicano Mitt Romney presentó este miércoles un nuevo anuncio grabado íntegramente en español y con el que continúa su apuesta por el voto de la comunidad hispana. Los votantes latinos apoyaron al presidente Barack Obama en las pasadas elecciones, contribuyendo a su victoria sobre John McCain, y podrían ser decisivos en varios Estados el próximo mes de noviembre.
“Quiero decirles cómo piensa mi padre Mitt Romney. Él valora mucho que somos una nación de inmigrantes”, explica en el vídeo Craig Romney, uno de los hijos del candidato. “Mi abuelo George nació en México. Para mi familia la grandeza de los Estados Unidos es como todos nos respetamos y ayudamos, sin importar de donde venimos”.
En el vídeo, titulado “País de Inmigrantes” y que será emitido en los próximos días en distritos electorales clave, la campaña también destaca los 40 años del matrimonio Romney, su vida familiar y otros valores tradicionales con los que más puede asociarse el electorado hispano, así como su apuesta por reformar el sistema de inmigración en colaboración con el Partido Demócrata.
Con una inversión de casi 235.000 dólares (unos 192.000 euros), el que ya es el noveno anuncio en español será emitido en los Estados de Carolina del Norte, Ohio, Florida, Nevada y Colorado. Sin embargo, Romney todavía sigue alejado de Obama, que en lo que va de campaña ha destinado a la emisión de anuncios en español unos tres millones de dólares más que el republicano, según datos obtenidos por el diario The Washington Post.
El presidente sigue contando además con una importante ventaja frente a Romney en los sondeos sobre voto hispano. Según la última encuesta elaborada por la organización Latino Decisions, Obama contaría en este momento con el apoyo del 70% del electorado hispano, frente a un 22% que apoya a Romney. El presidente podría haberse beneficiado de los últimos acontecimientos políticos, como la sentencia del Tribunal Supremo en contra de la ley de inmigración de Arizona.
Obama cuenta con más apoyo aún, un 72%, entre los hispanos nacidos en el extranjero -frente al 69% de los nacidos en Estados Unidos- y entre aquellos que respondieron a la encuesta en español, un 76%, en comparación con el 66% de los que contestaron en inglés. Pero el próximo 6 de noviembre el resultado de las elecciones podría depender de un puñado de Estados clave, todos ellos con importante presencia hispana, y en los que Obama contaría con el 71% del voto hispano y Romney con un 21%.
A pesar del reto que esto supone para Romney -los expertos apuntan a que debe superar el 40% del voto hispano a nivel nacional para alzarse con la presidencia- el candidato republicano intentará aprovechar la frustración de los hispanos con Obama, que faltó a su promesa de reformar el sistema migratorio. El presidente, por su parte, ha intentado retratar a su contrincante como “una persona sin sentimientos” a través de los últimos anuncios destinados a hispanos. La campaña demócrata busca además asociar a Romney con las medidas antiinmigrantes que han impulsado diversos Estados republicanos, además del bloqueo efectuado por su partido en el Congreso y que ha impedido el avance de mayores reformas legislativas.
El pasado día 10 de julio, la campaña republicana presentó JuntosConRomney.com, una página web donde el candidato especifica todas sus propuestas relacionadas con la comunidad hispana. Hasta el momento, la sección cuenta con un apartado sobre las decisiones que Romney tomaría en su primer día en la Casa Blanca, como revocar la reforma sanitaria de Obama, así como el impacto de la crisis económica en la comunidad hispana, que representa casi uno de cada cinco parados. La página apenas cuenta con detalles en materia de inmigración, pero el candidato republicano se ha comprometido en anteriores ocasiones a aumentar la presencia de agentes de seguridad en la frontera -más allá del récord establecido por la Administración Obama-, emplear alta tecnología en el muro que separa Estados Unidos de México, mejorar el sistema de visados para trabajadores temporales y de reunificación familiar, así como entregar permisos de residencia a extranjeros que obtengan un título universitario en el país. Sin embargo, se trata de medidas que, como ocurriera con la reforma que prometió Obama, dependen del poder legislativo y necesitarán ser aprobadas en el Congreso, por lo que no bastará la voluntad del presidente.
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