El Supremo de EE UU anula la cadena perpetua para los menores de 18 años
La decisión de la Corte apela a los jueces y jurados a tener en cuenta los factores atenuantes antes de condenar a los jóvenes a una pena de por vida sin derecho a la libertad condicional
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado este lunes inconstitucionales las sentencias a cadena perpetua para quienes cometieron crímenes cuando eran menores de 18 años. La medida podría afectar a cerca de 2.500 prisioneros. Esta es la tercera decisión a este respecto que toma el grupo de nueve magistrados – en 2005 ya abolió la pena de muerte para los menores edad- que ha determinado, en esta ocasión, que las condenas ejecutadas en los casos de Evan Miller y Kuntrell Jackson -ambos tenían catorce años cuando delinquieron- violan la Constitución de los Estados Unidos. Con cinco votos a favor y cuatro en contra, la Corte ha concluido “que cualquier jurado o juez debe tener en cuenta los factores atenuantes que han llevado al joven a cometer el delito antes de imponer una condena que implique pasar toda la vida en prisión”.
Aunque la decisión tomada por el Tribunal no significa una anulación total de este tipo de sentencias a los menores de edad, la mayoría de los jueces de la Corte ha asegurado que “la posibilidad de que estas condenas se den, va a ser muy baja”. El grupo de magistrados se acoge así a la Octava Enmienda que garantiza el derecho a no ser sometido a castigos inusuales o crueles, a la inmadurez e impulsividad de los condenados y a la posibilidad de cambiar su conducta para justificar la adopción de penas menos rigurosas que las impuestas a los adultos.
Comparados con los adultos, los jóvenes carecen de madurez y cuentan con un sentido poco desarrollado de la responsabilidad", ha dicho el juez Breyer
En 2003, Miller tenía 14 años. Ese año, él y otro joven mayor de edad propinaron una paliza con un bate de béisbol a su vecino de 52 años hasta matarle, al cual abandonaron después en su casa tras prenderla fuego. El Estado de Alabama le condenó por asesinato a una sentencia que acarreaba la pena de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Fue juzgado como un adulto. Otro joven, Kuntrell Jackson, que tenía la misma edad que Miller en el año 1999, estaba con un amigo cuando éste disparó al encargado de un videoclub mientras ambos pretendían atracar el establecimiento. El estado de Arkansas también le condenó a pasar toda su vida en prisión.
Estos dos casos llegaron al Tribunal Supremo el pasado mes de marzo cuando el abogado de ambos, Bryan Stevenson, solicitó la extensión de la prohibición de la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional a todos los menores de 18 años y no únicamente a los que no habían cometido delitos de sangre, como ya determinó este organismo en el año 2010.
Elena Kagan, miembro del ala más liberal del Tribunal, ha basado su argumento en la inconstitucionalidad de las condenas impuestas a ambos jóvenes. Ha explicado, además, que la ley estatal de Alabama exige que cada joven defendido “pase su vida en prisión a pesar de que un juez o jurado haya pensado que por su juventud y sus características inmaduras o, incluso, por su historial criminal anterior, su condena debería ser menor o más apropiada”.
El alegato presentado por Kagan ha sido respaldado por los jueces Anthony Kennedy, quien argumentó en los dos casos anteriores a este respecto, y los jueces demócratas Ruth Ginsburg, Stephen Breyer - quien ha explicado que "comparados con los adultos, los jóvenes carecen de madurez y cuentan con un sentido poco desarrollado de la responsabilidad"- y Sonia Sotomayor –esta última fue elegida, al igual que Kagan, por el propio presidente Barack Obama para formar parte de dicho Tribunal-.
La parte más conservadora de la Corte Suprema, su presidente, John Roberts, y los jueces Antonin Scalia, Clarence Thomas y Samuel Alito se han opuesto rotundamente a la medida. Estos han basado su argumento en que “las decisiones sobre las sentencias más apropiadas para los adolescentes asesinos tienen que ser tomadas por los legisladores y no por los tribunales”. Roberts, además, ha argumentado que la cadena perpetua a un joven que ha cometido asesinato no viola ni le exime de castigos crueles e inusuales porque no hay nada de “inusual” en ello.
No hay nada en nuestra Constitución que autorice a esta Corte a cambiar esta decisión", ha asegurado el juez Thomas contrario a la medida.
“Pongamos el ejemplo de un adolescente de 17 años que ha sido condenado por asesinato premeditado a una víctima inocente, no es inusual que el asesino reciba como condena la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional”, ha sostenido en el documento. Este juez ha indicado que tan sólo 123 personas en "toda la nación" están cumpliendo este tipo de pena por cometer delitos que no implican un homicidio.
"Nuestros casos anteriores en relación a la Octava Enmienda han mostrado que nos debemos guiar por los estándares de decencia que guían el progreso en una sociedad madura -cita extraída del caso Estelle vs. Gamble de 1976-. Pero la decencia no es lo mismo que la indulgencia. Una sociedad decente protege al inocente de la violencia", ha explicado Roberts en el documento.
Por su parte, el juez Alito, quien ha hecho una lectura independiente desde su asiento, ha definido también este gesto como "inusual". “Este fallo significa que cualquier joven de 17 años y medio que hace estallar una bomba en un centro comercial lleno de gente o abre fuego contra una docena de estudiantes y profesores es un niño y, encima, se le da la oportunidad de convencer a un juez de que le libere a la sociedad”, según ha explicado el magistrado durante el proceso.
Las legislaciones de Alabama y Arkansas, como la de 27 Estados más, han determinado que todos los delincuentes convictos por homicidio, sean menores de edad o no, merecen una sentencia de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. "No hay nada en nuestra Constitución que autorice a esta Corte a cambiar esta decisión", ha asegurado el juez Thomas en su argumentación.
Este dictamen afecta a miles presos jóvenes que ahora mismo se encuentran en prisión bajo estos mismos criterios, según ha dicho Stevenson, quien dirige además la Iniciativa Justicia Igualitaria (Equal Justice Iniciative), en Alabama, plataforma que representa a defendidos indigentes. Stevenson ha señalado en el diario The Wall Street Journal que “con esta decisión se reconoce que estos chavales necesitan más atención y protección ante el sistema actual criminal de justicia”.
“Esperaba que la mayoría de los convictos escucharán nuevas sentencias, aunque admito que esta nueva decisión por parte del Tribunal Supremo puede hacer que los Estados cambien las condenas por su cuenta o modifiquen sus leyes”, ha sostenido el abogado en el mismo diario.
Por su parte el fiscal del Estado de Alabama, Luther Strange, ha dicho que respeta la decisión de la Corte pero que está profundamente en desacuerdo con ella. “Es difícil que un joven cometa el peor tipo de asesinato”, ha asegurado. “Pero cuando ocurre, la legislación de Alabama y de la mayoría de los Estados considera que la sentencia apropiada es la cadena perpetua sin libertad condicional”, ha puntualizado Strange. En cambio, su compañero de Arkansas simplemente ha dicho que respeta la decisión de Tribunal Supremo.
Tras esta decisión histórica, tanto Miller como Jackson escucharán una nueva sentencia. Esta vez será diferente a la de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
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