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Cabezas cortadas

La ristra de los decapitados es memorable: Yorgos Papandreu, Brian Cowen, José Luis Rodríguez Zapatero, Silvio Berlusconi, José Sócrates, Nicolas Sarkozy… Ahora la cabeza de Mariano Rajoy está también encima de esa mesa de póquer donde se juega la partida del euro. David Cameron, aunque está fuera, teme también por la suya. Todos se la juegan en esta endiablada partida. No se entiende la obstinación de Angela Merkel si no anduviera por medio la integridad de su cuello en el próximo año electoral.

El vendaval es de tal fuerza que el temor se extiende incluso entre quienes tienen más sólidamente asentadas sus testuces. No todo ha sido un camino de rosas para Putin, a quien le creció la rebelión ciudadana contra sus pucherazos electorales y sus modos despóticos. Tampoco los dirigentes chinos han escapado a unas turbulencias políticas que revelan el creciente nerviosismo de una casta dirigente temerosa de perder sus privilegios y tan ávida de dinero y lujo como muchos de sus homólogos occidentales.

El huracán que está trastocando la geometría del poder en el mundo es político, pero su ojo más devastador es económico. A sus efectos letales se debe esa magnífica colección de cabezas cortadas que se nos ofrece, probablemente incompleta, como expresión de uno de los momentos de cambio más espectaculares de la historia. No olvidemos que también caben en la exposición las cabezas de la cosecha árabe de 2011: Ben Ali, Hosni Mubarak, Muamar el Gadafi y Alí Abdulá Salé, a la que pronto habrá que añadir Bachar el Asad.

Ahora la principal incógnita del momento histórico consiste en saber si a esta exposición de cabezas insignes decapitadas por la guillotina de la crisis se añadirá la mayor y más apreciada de todas, la de Barack Obama, el primer presidente afroamericano y el más estimado por los europeos. La lenta recuperación de la economía estadounidense nos dice que le será difícil sostenerse sobre su cuello. Y la crisis bancaria española nos añade que la puntilla puede llegarle precisamente de Europa, donde más se le admira.

Comentarios

Bachar Asad de Siria lo están conduciendo para llevar el país a la división, a desarticular el ejército y derribar el último bastión del mumana’a, el rechazo a la política y sumisión de EEUU e Israel. Caerá tarde o temprano pero con la complicidad de algunos países árabes y cómo no, también de la siempre fracasada Liga Árabe.Obama no caerá a no ser que el hombre quien más financió su campaña no lo permita, György Schwartz, mejor conocido por George Soros. En 2008 invirtió nada menos que 5 000.000.000 de dólares. David Horowitzand y Richard Poe, en su compartido libro “The Shadow Party” revelan en detalle cómo Soros secuestró el partido demócrata y lo llenó con radicales…, este señor tiene su plan de cómo controlar la vida de los estadounidenses, las donaciones de Soros van dirigidas a defender los derechos de aborto, a promocionar el ateísmo, legalización de las drogas, la educación del sexo, la eutanasia, feminismo, control de armas, la globalización, la inmigración de masas, el matrimonio de gays… y de otras radicales nuevas tendencias. Según Mathew Vadum (Funded Alinsky) que escribe: "The liberal billionaire-turned-philanthropist (Soros) has been buying up media properties for years in order to drive home his message to the American public that they are too materialistic, too wasteful, too selfish, and too stupid to decide for themselves how to run their own lives." Un saludo
Tampoco se entiende que los alemanes retiren su apoyo a Merkel cuando Alemania creció un 3.1% en 2012, más que Brasil y EE.UU., y este año escapa a la recesión y crece más que Gran Bretaña. Hay alemanes que no la votan precisamente porque creen que apoya demasiado a los PIIGS aunque todavía no haya comenzado la unión política y fiscal sin la cual el Euro no tiene futuro.

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