La policía desaloja a los indignados rusos

La policía y fuerzas antidisturbios disolvieron en la madrugada del miércoles el campamento que la oposición mantenía en uno de los bulevares del centro de Moscú junto a la estatua del poeta y filósofo kazajo Abái Kunanbáyev. Sobre las cinco de la mañana, los representantes del orden despertaron a los miembros de Okupai Abai, tal como había sido bautizada la acción, y les obligaron a marcharse sin darles tiempo apenas a recoger sus sacos de dormir y las provisiones y equipo que se había ido acumulando en la zona desde el 9 de mayo cuando comenzó la acción de protesta contra la política del régimen de Vladímir Putin.

Más de 20 personas fueron detenidas por la policía y liberadas posteriormente. Los participantes en Okupai Abai trataban después proseguir su acción pacífica de protesta, sin pancartas y sin gritos, en diferentes lugares de la ciudad.

El Kremlin intenta atajar la oposición callejera con diferentes iniciativas de la Duma, pero está por ver en qué medida decidirá utilizar la fuerza contra los insumisos.

La sentada en el bulevar ha culminado las protestas contra la política de Vladímir Putin que se prolongaron del 6 al 9 de mayo en las calles de Moscú. La acción creó un foco permanente de disidencia, cuyos participantes, además de organizar conferencias, debates y sesiones de gimnasia

El domingo llegó hasta Okupai Abai una comitiva de famosos escritores rusos, seguidos por miles de personas que se pasearon por el anillo de los bulevares. Para el sábado próximo, por la misma ruta, se pasearán los pintores, que se disponen a llevar sus cuadros sobre carritos de ruedas en una “exposición itinerante”.

Olga Solopova, la jueza que tomó la decisión del desalojo en el juzgado de Basmann (conocido por sus sentencias favorables al Kremlin), dio la razón a un grupo de vecinos del bulevar Chistie Prudi, que el lunes presentaron una denuncia contra los responsables de la sentada por considerar que esta es una fuente de ruido, mal olor, basura y delincuencia. Los portavoces de Okupai Abai, en cambio, argumentaron lo contrario, a saber que mantenían limpios los jardines y que había disminuido el numero de vagabundos, gamberros y borrachos que gustan de sentarse bajo la frondosa sombra de los árboles.

El Ayuntamiento, a su vez, ha puesto en marcha un proceso administrativo para resarcirse de los daños supuestamente causados por los manifestantes al césped y los tulipanes del bulevar, que un representante municipal valoraba en más de 20 millones de rublos.

La protesta en el bulevar se extendió el martes por la tarde hasta la estatua de Karl Marx, cercana a la Duma Estatal (el Parlamento), donde se formó un piquete contra la iniciativa de Rusia Unida (RU), el partido del Kremlin, de incrementar las multas por las infracciones cometidas en mítines. Mientras, la Duma decidía que el próximo 18 de mayo debatirá en sesión plenaria el proyecto de ley de RU que prevé un vertiginoso incremento de esas multas hasta 1,5 millones de rublos (más de 38.000 euros).

También el martes, la Duma aprobó una declaración de condena contra los organizadores del mitin del 6 de mayo, en el que hubo centenares de detenidos y decenas de heridos. RU no aceptó ninguna de las fórmulas de compromiso para matizar el texto y repartir responsabilidades entre la policía y los manifestantes. La declaración, que fue aprobada con una mayoría de 236 votos contra los 152 votos del Partido Comunista y Rusia Justa (socialdemócratas), pide que se investiguen las “provocaciones” del 6 de mayo y se castigue a los responsables. “Solo gracias a la actuación profesional y responsable de los agentes de policía se consiguió atajar las acciones ilegales y defender a los ciudadanos que se encontraban en la zona de provocación y se evitó que se extendiera la agresión”, señala.

Desde RU suenan propuestas para expulsar de la Duma a los diputados que utilicen su condición de tal para reunir a gente en la calle. Esto afectaría sobre todo a Guennadi Gudkov y a Iliá Ponomariov, dos legisladores de Rusia Justa muy activos en las manifestaciones de protesta.