_
_
_
_

Presidentes taumaturgos

Los reyes medievales curaban las escrófulas de sus súbditos con una imposición de manos. La soberanía conferida por Dios no incluía tan solo el derecho a cobrar diezmos e impuestos, reclutar soldados o declarar cruzadas, sino que abarcaba poderes milagreros, que les resguardaban a ellos mismos de los ataques de las fieras salvajes. Una reminiscencia de aquellas dotes taumatúrgicas permanece todavía en nuestra época secularizada, en la que el único milagro monárquico es que la añeja institución todavía se sostenga en pie en unos pocos países.

Respecto a la palabra, es difícil encontrar una fuerza política que renuncie a la demagogia. El populismo tan mal visto en Europa es un instrumento sin color negativo en la política estadounidense, al que todo político recurre en un momento u otro. En cuanto al milagro, en cambio, es más exclusivo: solo está al alcance de algunos. En Europa, por ejemplo, donde la derecha campa a sus anchas sobre la crisis de una izquierda que ya no se reconoce ni a sí misma, el argumento de los poderes curativos ante la crisis económica ha sido utilizado como argumento central de algunos discursos conservadores.

La victoria del líder se ha convertido así en un momento mágico para los males económicos, las cifras de paro, la falta de empleo o el déficit público, conjurados como en una imposición de manos por las urnas, y aun más cuando arrojan una rotunda mayoría absoluta. La llegada o permanencia en el poder de un presidente taumaturgo confiere confianza a los mercados, rebaja la prima de riesgo o incrementa incluso el poder adquisitivo de los ciudadanos. El perdedor, por su parte, queda estigmatizado por gafe o malasombra, derivación lógica de sus ideas progresistas.

Los milagros terminan exigiendo la comprobación empírica, sobre todo en esta época tan materialista. Así es como ahora estamos al cabo de la calle; en España después de los cien días de Rajoy y en Francia de cinco años de Sarkozy. Su carisma no ha bastado para sanar la economía. Sabemos lo que valen los presidentes taumaturgos. Ni unos eran gafes ni los que han venido a sustituirles tenían poderes. Todos tropiezan por igual. Tras la etapa sobrenatural, siempre regresa el mundo real, la política.

Comentarios

FTW...!! -->See Mohamed El-Erian article on Financial Times, . Structural reforms on Spain, are most needed, right now. But it´s not about cutting the welfare on the common people , which it is a death blow to the fair economy, and only helps people to lean on a bigger and bigger dependence on "black" economy. Then, that path only leads to a state of chronic social helpleness on society, worse tax incomes for the State, and low running busyness for all. A bad road to go down, indeed. Os digo como están viendo a España a través de los medios, y las actitudes? Llorones, fulleros, bocachanclas, débiles, obtusos, cortoplacistas, sin iniciativa ni criterio propios, corruptos.... Están alucinando con las actitudes de los políticos españoles, lo leo en el Financial Times, en el Deutsche Zeitung, en el Le Monde... Es normal, pues, que si un inversor en el mercado de deuda, o en la bolsa, lee esto en el extranjero, pues, se lo piense dos veces antes de invertir en España, o comprar deuda al Gobierno. Rajoy, no sé usted, pero hágame un favor, y de paso, se lo hace a los ciudadanos: haga una criba brutal en la política, elimine el pluriempleo en los cargos públicos y los sueldazos políticos, aniquile las diputaciones, investigue a fondo la corrupción , combata la evasión fiscal , elimine el senado, elimine la duplicación de funciones estatales, unifique toda la legislación autonómica en el tema comercial... En definitiva, haga una reforma estatal A FONDO. Ya verá como el dinero vuelve a las arcas del Estado. No me importa que muchos políticos autonómicos/de las diputaciones se vayan al paro.... El Estado será más sólido, y podrá garantizar la sanidad y la educación. Resolverá antes la crisis de deuda española, y podrá forzar con garantías a los bancos españoles a abrir el crédito tan necesario para las pequeñas empresas españolas (90% PIB). Además, con esas reformas ganará respetabilidad de cara a los inversores. No hay nada peor para un inversor que una tasa de corrupción alta en un estado de poco crecimiento, o en recesión. En cambio, con esas medidas que propongo el estado tendría manos libres para influir en la economía, sería menos paquidérmico y más agil. Ya después, pues como si viene la 3º Republica o el IVº Reich... Pero first things first. Reorganize el estado, alivie el esfuerzo ciudadano, reactive la economía. ESO es lo que hace un ESTADO que se precie de tal nombre. ¿O es que quizá usted sólo espera que después de los recortes, venga la lluvia de eurobonos y la inyección económica de la UE? ¿Como si aquí no hubiese pasado nada? ¿Qué se cree, que podemos seguir siendo pesebreros toda la vida? Si ese es su plan, a España sólo le está ofreciendo un futuro: Ser una economía de servicios, deficitiaria energéticamente y tecnológicamente dependiente. Además de estar sujeta a periodicas inyecciones (y supervisiones) de la UE. Mal asunto.
No hay taumaturgia que valga con los mercados prodigiosos. Es más, hasta es posible que si surge algún apaño milagroso será más por obra de los propios mercados que nos aliviarán para luego arrearnos más fuertes. Un poco como se hace con los presos a los que se explota, se les dan migajas cuando desfallece con el fin de poder reventarles un poco más. Una gotita en los labios, sin agua tres días, la táctica del torturador eficiente. Justo, la eficiencia, el objetivo final de quienes nos gobiernan, que no son ni mucho menos personajes como Rajoy. Les ponemos nosotros pero les mandan ellos. Ya podían ponerles ellos y que mandáramos nosotros, eso en el supuesto de que no hagan las dos cosas y no nos hayamos enterado.
La mayoría de los ciudadanos de a pie descoconce el significado de la palabra "escrófula".
Buenísimo el librito último que ha salido de Chaves Nogales ("Bajo el signo de la esvástica"). Hay una frase final que dijoa al terminar una conferencia que bien podría aceptarse como máxima del buen bienestar: Lo único que podéis (podemos) pedir es un régimen en que podáis tener siempre lo que necesitéis, y cuando no todo, por lo menos el derecho de gritar como lo habéis hecho'. Me parece que empezamos a no tener lo que necesitamos y poco falta para que tampoco podamos quejarnos ni en voz baja.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_