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Una modelo declara que a Berlusconi le gustaban chicas disfrazadas de monja

Imane Fadil declara en Milán en un juicio relacionado con el 'caso Ruby'. El ex primer ministro italiano está acusado de inducir a la prostitución a menores

La modelo marroquí Imane Fadil.
La modelo marroquí Imane Fadil.DANIELE MASCOLO (EFE)

Unas se disfrazaban de monjas, otras, de Ronaldinho, pero todas, al final del baile, se iban quedando desnudas delante de Silvio Berlusconi hasta que el entonces primer ministro de Italia les extendía un sobre con 2.000 euros –“que sé que estás necesitada”, les decía— y las invitaba, gentilmente, a pasar a sus habitaciones. Son escenas de las fiestas, más conocidas como bunga-bunga, que el hombre más rico de Italia y varios amigotes de su misma quinta –75 años—se regalaban en su villa de Arcore según la versión, prolija en detalles, que la joven modelo marroquí Imane Fadil ha ofrecido hoy a un tribunal de Milán.

La modelo Imane Fadil no se ha ahorrado un detalle. Ha dicho que conoció a Berlusconi en febrero de 2010 en la villa de Arcore. Allí había llegado después de que un desconocido, “un hombre rubio, con los ojos azules, de unos 45 años”, la abordase cerca de su casa y le entregara un teléfono a prueba de interceptaciones para que concertara una cita con el entonces primer ministro. Eso sí, tras dejarle muy claro que cualquier indiscreción conllevaría un riesgo. Lo que te pase, le dijo, “será culpa tuya…”. Ya en la fiesta, añadió la joven marroquí, Berlusconi se portó como todo un caballero: “Fue educadísimo. Intentó que me encontrara a gusto. Me invitó a pasar a su despacho. Me miró. Notó que yo estaba avergonzada y me dijo, anda, vuelve con las gemelas (…). Luego, me llevó a un aparte y me dijo: no quisiera que te ofendieses, pero sé que estás necesitada, y me entregó un sobre. Dentro, había 2.000 euros en billetes”. Pero lo mejor estaba por llegar.

“Estábamos en el bar tomando algo”, ha explicado la modelo, “cuando la [Barbara] Faggioli [una show-girl] y la [Nicole] Minetti se presentan con una túnica negra, una cruz y una toca blanca e hicieron una actuación que yo jamás me hubiese esperado. Bailaron y se fueron quitando la túnica hasta quedar solo con la ropa íntima…”. Las actuaciones, las que se vieron y las que se malician, fueron tan del agrado de Berlusconi que, poco después, Minetti fue designada consejera regional de Lombardía del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido del anterior primer ministro.

Berlusconi está acusado de un delito de inducción a la prostitución de menores en la persona de Karima el Marough, alias Ruby, una joven bailarina marroquí que, según sus propias palabras interceptadas por la policía, participaba en las fiestas sexuales de Silvio Berlusconi desde que tenía 16 años. La relación se descubrió a raíz de que la muchacha fuese detenida por robar joyas y dinero a otra prostituta. La noche del 27 al 28 de mayo de 2010, el propio Berlusconi –todavía primer ministro— telefoneó personalmente a la comisaría central de Milán para asegurar que Ruby era “sobrina de [el entonces presidente egipcio] Hosni Mubarak y debía ser “confiada” a Nicole Minetti. La explosiva declaración de Imane Fadil se ha producido en un proceso paralelo que intenta aclarar el papel que tuvieron en la posible inducción a la prostitución personajes próximos al anterior jefe de Gobierno como el empresario Lele Mora, el periodista Emilio Fede o, precisamente, la consejera de Lombardía Nicole Minetti. Según la modelo marroquí interrogada ayer, Ruby aún posee un vídeo que podría causar “un gran lío” y poner en –más—problemas a Silvio Berlusconi.

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