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Aumentan las protestas en EE UU por la muerte de un adolescente negro

Una congresista de Florida pide que se deje de "esconder crímenes por discriminación racial alegando que se actuó en defensa propia"

Manifestantes participan en la marcha "Un millón de capuchas" en protesta por la muerte de Tryavon Martin.
Manifestantes participan en la marcha "Un millón de capuchas" en protesta por la muerte de Tryavon Martin.MARY ALTAFFER (AP)

Diferentes organizaciones en defensa de los derechos civiles celebraron manifestaciones este miércoles, desde Florida hasta Nueva York, en protesta por la muerte hace tres semanas del joven afroamericano Trayvon Martin, de 17 años, a manos de un blanco. El autor de los disparos, George Zimmerman, un vigilante voluntario de una comunidad de vecinos de Orlando, Florida, quedó en libertad sin cargos tras alegar que había actuado en defensa propia.

Las protestas exigen a las autoridades de Florida que presenten cargos contra Zimmerman. El Departamento de Justicia y el FBI anunciaron esta semana que realizarán una investigación de los hechos y de la actuación de la policía -que no realizó un test de alcoholemia ni de consumo de drogas al sospechoso. El Gobierno reaccionaba así a tres semanas de polémica que han abierto en Estados Unidos un debate sobre la discriminación racial, los derechos civiles y la igualdad ante la justicia.

Centenares de personas se concentraron el miércoles por la tarde en la plaza de Union Square, en el centro de Nueva York, bajo el lema "Un millón de capuchas para Martin". Entre los asistentes se encontraban los padres de la víctima, que agradecieron el apoyo recibido hasta ahora. "Este no es un caso de blancos y negros", declaró Sybrina Fulton, madre de la Martin. "Este es un caso de lo que está bien y lo que está mal".

Los manifestantes marcharon a continuación desde la plaza hasta lugares como Times Square mientras repetían consignas pidiendo justicia por el asesinato de Martin, exigiendo la detención de Zimmerman y la dimisión del jefe de policía de Sanford por haberle dejado en libertad sin cargos.

Este lunes, estudiantes universitarios se congregaron frente a los tribunales del condado. El martes, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, una de las mayores organizaciones en defensa de los derechos civiles, convocó una vigilia en una iglesia de Sanford. Centenares de personas marcharon desde allí hasta las oficinas de la policía para protestar. "Ha reabierto las heridas que nuestros padres, abuelos y bisabuelos sufrieron en épocas pasadas", declaró uno de los líderes locales, Eddie Whitfield, a la cadena NBC.

"Estoy harta de enterrar a jóvenes afroamericanos",

"Basta de discriminación racial. Estoy harta de luchar cuando las pruebas son tan claras", afirmó la demócrata Federica Wilson, legisladora del distrito de Florida donde falleció Martin, durante un discurso en la Cámara de Representantes en Washington. "Todavía tenemos que hacer concentraciones, convocar manifestaciones, escribir cartas, luchar, celebrar vigilias, poner denuncias, participar en sentadas sólo para que se nos escuche. Basta ya Florida y basta América. Se acabó el esconder los crímenes por discriminación racial al invocar la defensa propia".

Wilson, que participará este jueves en una de las marchas convocadas en Sanford en protesta por la muerte de Martin y en apoyo a la acusación y detención de Zimmerman, cerró su discurso declarando estar "harta de enterrar a jóvenes afroamericanos".

"Es increíble que pase esto en 2012. Es tan trágico", declaró el presidente del Caucus de Legisladores Afroamericanos del Congreso, Emanuel Cleaver. "Escuché la grabación y me quedé paralizado entre la rabia y las lágrimas". Los miembros del Caucus y diversos líderes de la comunidad se reunieron a comienzos de esta semana con el Fiscal General norteamericano Eric Holder y respaldaron su decisión de abrir una investigación de los hechos.

La protesta también ha crecido durante estas tres semanas en la red. Más de 600.000 ciudadanos han firmado una petición para el arresto de Zimmerman y numerosos músicos y artistas han criticado la actuación de la policía en la noche del suceso. En las redes sociales circula la protesta del "millón de capuchas por Trayvon Martin", en la que muchos usuarios posan con la cabeza cubierta. Zimmerman se refirió en su conversación con la policía aquella noche a la indumentaria de Martin, muy común entre jóvenes de su edad. Algunos internautas afroamericanos han publicado una imagen de ellos mismos a la edad de 17 años junto a la de Martin. Otros sugieren enviar a la policía de Sanford bolsas de gominolas como las que Martin compró la noche del 26 de febrero.

"Le pasa algo, creo que viene a por mí, tiene algo en las manos, no entiendo qué hace, estos cabrones siempre se salen con la suya"

Entonces, Martin estaba visitando a una amiga de su padre en un vecindario de Orlando, Florida, cuando salió a una tienda cercana. No iba armado. Compró una bolsa de gominolas y un refresco y volvió a salir a la calle de vuelta a la vivienda. A partir de ahí, tres llamadas telefónicas permiten reconstruir los hechos. La primera es la realizada por Zimmerman, que llamó a la policía porque había un "tío realmente sospechoso" en el vecindario.

"Parece que está aquí para crear problemas, parece que está drogado o algo. Está lloviendo y está caminando por aquí como si nada". Ante las preguntas del agente de policía, Zimmerman contestó que el sospechoso se acercaba a él, que tenía la mano en la cintura y que era afroamericano: "Le pasa algo, creo que viene a por mí, tiene algo en las manos, no entiendo qué hace, estos cabrones siempre se salen con la suya".

La grabación policial registró a un agente preguntando a Zimmerman si estaba persiguiendo al sospechoso tras bajarse del coche, a lo que él contestó que sí. La agente dice entonces "no, no necesitamos que haga eso". Al mismo tiempo, Martin estaba hablando por teléfono con su novia. Los abogados de la familia han presentado hoy el historial de llamadas de aquella noche, así como la declaración de la joven, ingresada en el hospital tras conocer que había sido la última persona en hablar con Martin antes de que éste muriera. Según el abogado Benjamin Crump, la chica le escuchó preguntar a Zimmerman "¿por qué me está siguiendo?" y cómo él le contestaba "¿Qué haces aquí?". Justo después, la joven alega que oyó que habían empujado a Martin y que escuchó un forcejeo en el que pedía ayuda, justo antes de que se cortara la comunicación.

En una tercera llamada, una vecina del complejo Twin Lakes, a las afueras de Orlando, alertó a la policía de que había oído a un joven pedir auxilio e, inmediatamente después, un disparo. Martin murió por un impacto de bala en el pecho. Según los abogados, los agentes tardaron cinco minutos en llegar a la escena del crimen desde esta llamada, lo que "no deja demasiado tiempo para el forcejeo entre los dos jóvenes".

La familia de Zimmerman, por su parte, emitió un comunicado esta semana criticando a los medios de comunicación por calificar a su hijo de racista, alegando que había crecido en una familia multirracial. El jefe de la policía de Sanford, Bill Lee, justificó la puesta en libertad del supuesto asesino "porque había actuado en defensa propia" y alegó que la acusación deberá aportar evidencias que refuten tal afirmación.

El sistema judicial norteamericano, basado en la presunción de inocencia, impone a la acusación la obligación de demostrar la culpabilidad del sospechoso, en este caso Zimmerman, "más allá de cualquier duda razonable", por lo que necesitarán de todas las pruebas circunstanciales para incriminarle. El sospechoso se habría beneficiado además de una de las leyes de posesión de armas más permisivas de todo EE UU. La ley estatal de Florida, además, permite desde 2005, que los ciudadanos usen la fuerza en caso de amenaza y sin intentar huir antes del peligro.

El próximo día 10 de abril, el estado de Florida convocará a un Gran Jurado para escuchar los argumentos de ambas partes implicadas en el caso y determinar el avance o rechazo de la denuncia impuesta por los padres de Martin contra George Zimmerman.

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