Cuatro velas en las sinagogas de España

A la caída del sol, como de costumbre cada día, los judíos españoles han acudido este martes a sus sinagogas respectivas (una treintena en toda España), esta vez para unirse al dolor y la rabia por el atentado antisemita de Toulouse. La ceremonia principal se ha celebrado en la Gran Sinagoga de Madrid, con la presencia de los embajadores de Francia, Bruno Delaye, y de Estados Unidos, Alan Solomont. Ha estado presente también el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.

El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, y el de la comunidad judía de Madrid, David Hatchwell, han pronunciado sendos discursos, precedidos por el embajador francés. Un niño de la sinagoga ha encendido cuatro velas, una por cada víctima del atentado. La ceremonia ha sido oficiada por presidente del consejo rabínico de España, Moshe Bendaban.

“Francia está herida y dolida, sufriendo en su corazón, pero la República vencerá a los criminales y se impondrá a la intolerancia”, ha dicho el embajador francés. Querub ha lamentado que “una vez más” la bandera de Israel y del pueblo judío aparezcan con un crespón negro, antes de advertir contra quienes suelen caer en la trampa del “apaciguamiento de la bestia, cuyas consecuencias son de sobra conocidas”. Se ha referido a “declaraciones, dobles lecturas y sombras de confusión” que se escuchan después del atentado de Toulouse, aún antes de que se conozca la identidad del asesino, “y ni siquiera la de la mano que mece la cuna”.

El líder de los judíos de Madrid, David Hatchwell, ha sido especialmente crítico con la autoridad de la Unión Europea que ha relacionado este atentado con la situación de los palestinos en Gaza. En su opinión, son una prueba de que el fenómeno de la intolerancia sigue creciendo en Europa. También ha reclamado mayor energía y decisión del Gobierno español para combatir, reprimir y castigar este tipo de ataques y a todos los intolerantes.