La empresa brasileña Petrobras será dirigida por una mujer por primera vez
De origen humilde, Maria da Graça Foster, es contraria a las cuotas femeninas
Una mujer, Maria da Graça Foster, de 58 años, estará al frente de Petrobras la mayor empresa de Brasil, y uma especie de joya de la corona de la industria del país. Es la primera vez, en la historia de la gran empresa de petroleo, una de las mayores del mundo, que una mujer llega a su presidencia.
Foster, casada por tercera vez, sucede en el cargo a José Sérgio Gabrielli, del partido de los Trabajadores (PT) que ejercía el cargo desde hace siete años.
La nueva presidenta de Petrobras, química de profesión, era directora ejecutiva del área de negocios de Gas y Energía de Petrobrás desde 2007, y se manifiesta contraria a las cuotas de mujeres en el mercado de trabajo y afirma que “no acepta restricciones por el hecho de ser mujer”.
De carácter fuerte, Foster fue vista por la Presidenta Dilma Rousseff, desde el primer dia de su gobierno como una de las personalidades de su futuro equipo. Quiso nombrarla Ministra de la Casa Civil, cargo que ella había ejercido con el expresidente Lula da Silva, pero en aquel momento Lula le aconsejó colocar en el importante cargo a Antonio Palocci exministro de Economía de Lula y que tuvo que dejar el cargo el año pasado acusado de corrupción.
A la nueva Presidenta tocará la enorme tarea de explorar los grandes yacimientos de Presal
Dilma siempre había deseado ver a Foster al frente de Petrobras, el cargo más codiciado de la adminsitracción pública, por el poder que supone y los miles de millones de dólares que debe gestionar.
A la nueva Presidenta tocará la enorme tarea de explorar los grandes yacimientos de petroleo del Presal, que harán de Brasil uno de los mayores productores de crudo del mundo.
En realidad, Petrobras era ya la casa de Foster que trabajaba en la empresa desde hace 32 años. En la empresa, el 85% de los cargos de gerencia y directoría están ocupados por varones. “No niego que muchas veces he sido vista en Petrobras como una especie de “sutil prejuicio” por ser mujer”, afirma la nueva Presidenta.
Foster afirma tambien que “nunca tuvo prejuicios contra los hombres”, pero que siempre “estuvo preocupada con la competencia “.
De extracción pobre, Foster explica: “Viví en el Complexo Alemão ( una de las mayores favelas de Rio) hasta los 12 años. Conviví con violencia doméstica y enfrenté dificultades en la vida. Siempre trabajé para ayudar al sustento de la familia, de mi madre y de mis hijos y para pagarme los estudios. La garra es todo para mi. Nunca tuve miedo al trabajo”.
Esa garra, que Foster siempre demostró en el trabajo y en su vida es lo que ha hecho a Dilma colocar sobre sus hombros tamaña responsabilidad.
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