Canadá detiene a su primer espía
El sospechoso, un alférez, sustrajo documentos clasificados y los pasó a una "entidad extranjera" La ley de espionaje del país se aplicará contra él por primera vez desde su adopción, en 2001
Canadá ha capturado al primer espía de su Ejército en una década. El oficial de inteligencia naval Jeffrey Paul Delisle, de 40 años, compareció el lunes ante un juez de Halifax, en Nueva Escocia, acusado de sustraer documentos clasificados de las redes militares canadienses, y entregarlos a “una entidad extranjera”, según dijo la fiscalía. Es la primera vez que se acusa un ciudadano canadiense bajo una ley antiespionaje aprobada en el país en 2001.
Delisle seguía este miércoles en prisión preventiva. Su abogado defensor había pedido que se le concediera la libertad bajo fianza. El militar, alférez en rango, trabajó como analista de información, un puesto desde el que tuvo acceso a información crucial no solo para Canadá, sino también para sus aliados en la Alianza Atlántica, como Estados Unidos o la Unión Europea.
En Washington, el FBI, el Departamento de Justicia y el Pentágono rechazaron hacer comentarios sobre el arresto del alférez Delisle. Su último destino fue el centro de inteligencia HMCS Trinity, desde donde se controlan las maniobras de submarinos y barcos militares en el Atlántico. Allí se recaba, procesa y comparte información de inteligencia de fuentes tanto civiles como militares.
El acusado trabajó como analista de información, con acceso a datos vitales para EEUU y la OTAN
La Real Policía Montada del Canadá, la policía federal del país, no ha ofrecido detalles sobre el arresto y los cargos, más allá de la sustracción de información clasificada. Diversos medios, como la cadena de televisión CTV, han dicho, citando fuentes anónimas, que el receptor de la información se hallaba en Rusia, un país que ha protestado por los planes de construir un escudo antimisiles en Europa.
“A pesar de la gravedad de esos cargos, la Real Policía Montada del Canadá no tiene constancia de ninguna amenaza a la seguridad pública en estos momentos debido a esta situación”, dijo ese cuerpo policial en un comunicado. “Esta investigación demuestra que Canadá no es inmune a las amenazas que suponen las entidades extranjeras que quieren minar la soberanía canadiense”.
La labor de espionaje comenzó hace cuatro años y medio, y continuó hasta el pasado viernes, el día en el que el soldado fue arrestado, según diversos documentos judiciales. La policía federal canadiense registró el hogar de Delisle en Halifax, de donde se llevó cajas con pruebas que serán empleadas en el juicio.
Contra el alférez Delisle se han presentado tres cargos, uno por conducta criminal y otros dos por violación de la Ley de Seguridad de la Información, de 2001. Esa norma, muy polémica cuando se aprobó en las postrimerías de los atentados terroristas contra Washington y Nueva York, contempla una pena máxima de cadena perpetua para los casos de espionaje.
El ministro de Defensa de Canadá, Peter MacKay, en una breve conferencia de prensa desde Ottawa, se negó a aclarar quiénes habían sido los receptores de la información clasificada. “No me voy a poner a jugar al Cluedo”, dijo.
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