Piratas informáticos atacan la Bolsa de Tel Aviv y la compañía aérea El Al
El Gobierno israelí considera la intrusión de un 'hacker' saudí como un "acto terrorista"
El nerviosismo abunda estos días en los centros de mando y control de decenas de empresas de seguridad cibernética israelíes. Desde primeros de año, algunos de sus principales clientes están en el punto de mira de los piratas informáticos y sus jóvenes ingenieros no dan abasto para detener tanta amenaza desde el extranjero. Los símbolos de color rojo son frecuentes en las pantallas que les rodean. "Hay ataques 24 horas al día. Los piratas programan robots que lanzan virus y troyanos ininterrumpidamente a sus objetivos", dice Shachar Efal desde la sede de “2B Secure”, empresa israelí de seguridad en Internet situada en el parque tecnológico anexo al aeropuerto de Ben Gurion, en Tel Aviv. Sin ir más lejos, el lunes las páginas webs de la compañía aérea de bandera El Al, de la Bolsa de Tel Aviv o del Banco Leumi dejaban de cargarse correctamente, horas después de que un pirata supuestamente saudí e identificado como “OxOmar” advirtiera a varios medios israelíes de que un grupo propalestino llamado Pesadilla realizaría un ataque masivo a empresas e instituciones israelíes.
“Si Israel pide disculpas por el genocidio de Gaza, podría reducir los ataques”, escribía el hacker en un correo electrónico enviado a la edición digital del periódico Yediot Ahoronot. Mensaje que llegaba solo un día después de que el movimiento islamista Hamás llamara a una guerra electrónica panárabe contra la ocupación israelí. "La penetración en el ciberespacio israelí abre un nuevo frente para la resistencia palestina", dijo el domingo el portavoz de la milicia islamista Sami Abu Zuhri.
Avanzada la mañana, la web del banco israelí Leumi, cuya filial de tarjetas de crédito veía expuestos hace unos días los datos de miles de sus usuarios, también era atacada, lo que ha provocado que otras entidades se hayan apresurado a limitar el acceso a sus páginas desde el extranjero como medida de precaución. Además, el Banco Central de Israel ha alertado a la población sobre cualquier movimiento sospechoso en sus tarjetas de crédito.
Sin embargo, para algunos expertos israelíes el alcance de los ataques está siendo sobredimensionado, solo lo han sufrido aquellas entidades privadas con bajos niveles de protección y no las páginas con mayor número de usuarios, tal y como ha argumentado OxOmar. "Cientos de números de tarjetas de crédito se substraen cada día en el mundo pero las webs gubernamentales son otra cosa, sus niveles de seguridad son mucho más altos”, asegura Gadi Evron, un experto independiente en amenazas cibernéticas.
Algunos expertos israelíes opinan que el problema se ha exagerado
Para curarse en salud, el viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalon, cuya web personal también era blanco de los ataques cibernéticos, ha pedido una reunión de urgencia de la subcomisión de Defensa y Asuntos Exteriores del Parlamento para discutir la creación de una unidad informática de élite. Ayalon, que pretende otorgarle a estos ataques la condición de “actos terroristas”, ha asegurado que Israel "responderá con fuerza a los hackers que dañen la soberanía israelí". Una amenaza que no solivianta a OxOmar: “Ayalon debería disculparse por amenazarme de muerte”, le respondía en su comunicado el pirata cibernético. “Nadie me va arrestar. Es imposible encontrarme y seguiré atacando a Israel…”, añadía. De momento, y según los expertos, es materialmente imposible localizarle.
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