Una cadena de ataques golpea a iglesias católicas en varias ciudades de Nigeria
La primera de las explosiones, cerca de la capital, Abuja, causa la muerte a más de 20 personas Las sospechas apuntan al grupo radical islamista Boko Haram Decenas de muertos en combates en el norte entre este grupo y el Ejército nigeriano
Una potente explosión ha reventado una iglesia católica a las afueras de la capital de Nigeria, Abuja. Los servicios de emergencias han rescatado una decena de cuerpos sin vida del interior del templo, pero testigos en la zona calculan que la cifra de muertos supera con creces ese balance. El sacerdote Christopher Bard ha informado de que, según sus datos, son al menos 27 las víctimas mortales. La iglesia está situada en la ciudad de Medalla, satélite de la capital nigeriana situada a unos 40 kilómetros de distancia. Otras dos explosiones han sacudido iglesias durante el rezo de Navidad en las ciudad de Jos, en el centro del país, y Gadaka, en el noreste. La secta islamista radical Boko Haram, en combate abierto con el Ejército nigeriano en el norte del país, se ha responsabilizado de la oleada de violencia. El choque entre los milicianos islamistas y las fuerzas militares de Abuja han causado en los últimos dos días 68 muertos.
Testigos consultados en las proximidades de la iglesia de Santa Teresa, objetivo del primer ataque, han manifestado que la explosión ha dejado decenas de víctimas mortales y heridos. La descarga ha destrozado el templo y ha roto los cristales de muchos de los edificios colindantes. "En esas tres ambulancias van 15 cuerpos", ha declarado a Reuters un funcionario federal de carreteras presente en la zona. "Escuché el estallido y mi casa empezó a temblar", ha relatado Tony Akpan, uno de los vecinos de Medalla. "Fui afuera para ver qué ocurría. Yo mismo conté hasta 19 cuerpos, muchos mutilados, y cinco vehículos destrozados".
Poco después, otra explosión ha golpeado una iglesia católica situada en la localidad de Jos, en el centro del país. Una fuente oficial ha informado de que al menos ha muerto una persona. La ciudad de Jos había recibido amenazas del grupo islamista Boko Haram en los últimos días, según publicó este sábado el diario nigeriano Tribune. Precisamente hace un año, varias explosiones cerca de Jos causaron la muerte a 32 personas.
El tercer ataque ha tenido como objetivo una iglesia de Gadaka, en el noreste del país, y ha causado heridas a varios residentes. La policía de la localidad norteña de Damaturu ha informado poco después de la muerte en un atentado de tres agentes de seguridad y un terrorista suicida. El presidente del país, Goodluck Jonathan, cristiano originario del sur, ha calificado el incidente de "desafortunado" y ha manifestado que los Boko Haram no durarán "para siempre".
Todas las sospechas apuntan a los Boko Haram -término en hausa que significa "la educación occidental es pecado". Esta organización se ha responsabilizado de atentados casi diarios durante los últimos meses en una región remota del noreste del país africano. El pasado 26 de agosto, la secta asumió la autoría del ataque contra un edificio de la ONU en Abuja que acabó con la vida de una veintena de personas. Boko Haram exige la aplicación estricta de la sharía (ley islámica) en Nigeria.
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