Un jurado investiga a Bill Richardson por desvío de fondos electorales

Un gran jurado federal de Estados Unidos investiga al ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, por irregularidades en la financiación de su campaña presidencial para las elecciones de 2008. El jurado deberá determinar si Richardson destinó fondos de su campaña a pagar a una mujer con la que habría mantenido una relación extramatrimonial y que amenazaba con revelar la información.

El diario Albuquerque Journal reveló hace dos semanas la formación del gran jurado, que habría empezado a escuchar testimonios en secreto el pasado mes de septiembre. Según ha confirmado hoy The Wall Street Journal citando fuentes de la defensa, a varios asesores de la campaña de Richardson, así como a algunos testigos, les habrían concedido la inmunidad en posibles demandas derivadas de la investigación. Sin embargo, ni el FBI ni la Oficina del Fiscal General confirman ni niegan la existencia del gran jurado.

Richardson, de 64 años, cuenta con una larga carrera política en el Partido Demócrata. Estrenó su escaño de congresista en 1983 y llegaría a ser embajador de EE UU en Naciones Unidas durante la presidencia de Bill Clinton. En 2002 se convirtió en gobernador de Nuevo México, cargo que ocupó hasta finales de 2010. En 2007 anunció su candidatura a las elecciones presidenciales, aunque abandonó poco después de las primarias en Iowa y New Hampshire por los malos resultados. Aunque llegó a ser nominado por Obama en 2009 para ocupar el cargo de Secretario de Comercio, Richardson rechazó la oportunidad porque otra investigación intentaba determinar entonces si había una conexión ilícita entre contribuciones electorales y contratos firmados por el gobierno estatal bajo su mandato.

El jurado deberá determinar ahora si Richardson utilizó dinero destinado a la campaña de 2008 para pagar a una persona no relacionada con su candidatura, algo que prohíbe la ley de financiación electoral en Estados Unidos. La investigación se centrará en averiguar quién donó originalmente el dinero a Richardson, a quién fue destinado después, cuál fue el medio de pago y si los datos coinciden con la información proporcionada por el candidato al comité electoral. Según The Wall Street Journal, una de las personas más cercanas al ex gobernador afirma que sus aliados pagaron 250.000 dólares en 2007 a la mujer que entonces consideraba denunciarle y que hubiera puesto en peligro su campaña presidencial.

Se trata de la cuarta investigación de un gran jurado contra el exgobernador y relacionada con su campaña o con la administración de su gobierno en Nuevo México. Dos de ellas fueron cerradas sin dar lugar a acusaciones formales, mientras que una tercera sigue pendiente de resolución.

Las alegaciones contra Richardson son similares a las presentadas contra el ex senador de Carolina del Norte John Edwards, también candidato presidencial en 2008. Edwards fue imputado por un juzgado federal acusado de conspiración y desvío de fondos de su campaña para encubrir la relación con una amante. Según la defensa, el candidato utilizó donaciones y regalos de amigos para impedir que la información llegara hasta su mujer Elizabeth, fallecida hace un año. El ex senador demócrata será juzgado a principios de 2012.

Si bien Richardson podría haber mantenido las acusaciones en secreto durante su campaña, la investigación actual puede perjudicar las opciones del Partido Demócrata en las próximas elecciones. El exgobernador no se presentó a la reelección en 2010 al haber terminado su segunda legislatura y el Partido Republicano podría haberse aprovechado de las investigaciones pendientes contra la labor de Richardson como gobernador. Susana Ramírez ganó la sucesión pasado mes de noviembre, convirtiéndose en la primera gobernadora hispana de Nuevo México y asegurando un puesto importante para los Republicanos en un estado que será clave en las próximas presidenciales.