La policía desaloja a los campamentos de Ocupa Los Ángeles y Filadelfia
Los agentes ponen fin en California a la protesta empezada hace más de dos meses y detienen a 200 personas
La policía ha desalojado esta madrugada el campamento de Ocupa Los Ángeles en una operación relativamente tranquila y que se ha saldado con 200 detenciones. La orden del alcalde Antonio Villaraigosa estaba pendiente desde el domingo, pero no fue ejecutada hasta hoy.
El campamento de Los Ángeles, perteneciente al movimiento Ocupa Wall Street que nació en Nueva York en septiembre para denunciar las desigualdades económicas, es uno de los más grandes de la costa oeste y el mayor de todo el país desde que la policía desalojara la Plaza Zucotti, en Manhattan, el pasado día 15. Después de ocho semanas de acampada en las inmediaciones del Ayuntamiento, la policía determinó que los manifestantes estaban celebrando una asamblea ilegal, por lo que ordenó el cierre de la plaza y su expulsión.
Ocupa Los Ángeles estaba compuesto de unas 500 tiendas de campaña y contaba con más de 800 manifestantes permanentes, de los que se estima que un tercio eran personas sin hogar. Villaraigosa siempre ha mostrado su respeto por el movimiento y ha llegado a ofrecer camas en refugios de la ciudad a aquellos que habían hecho del parque su nueva residencia, pero alegó que las quejas por insalubridad y daños materiales en la plaza obligaban a desmantelar el campamento.
A pesar de los 200 detenidos, fuentes del Ayuntamiento han celebrado esta mañana que la operación, en la que se desplegaron hasta 1.400 agentes, se haya desarrollado de manera pacífica. La policía no ha tenido que recurrir a arrestos por la fuerza ni al spray pimienta, que ha despertado numerosas críticas por su uso en otros desalojos, aunque sí se vio obligada a tirar de algunos manifestantes que se habían refugiado en los árboles.
“Dije que en Los Ángeles trazaríamos un camino diferente, y eso hicimos”, ha afirmado Villaraigosa pocas horas después de que se completara la operación. La policía de Los Ángeles insistió desde el viernes que quería evitar un desalojo violento. Las autoridades pretendían que los manifestantes abandonaran voluntariamente la plaza y retiraran las tiendas de campaña, pero al llegar la noche del domingo las tiendas no sólo no habían desaparecido, sino que el número de manifestantes había ascendido a unas mil personas, según fuentes policiales. El desalojo fue retrasado y no se llevó a cabo hasta esta pasada noche.
En Filadelfia, la policía también ha desalojado el campamento esta madrugada, después de que el alcalde firmara la orden de expulsión de la plaza del Ayuntamiento donde permanecían los manifestantes. Allí la policía ha confirmado que la operación había transcurrido inicialmente de manera pacífica, pero un grupo de jóvenes opuso resistencia en las calles cercanas y 44 de ellos acabaron siendo detenidos.
Después de estos dos desalojos, los dos asentamientos más importantes de Estados Unidos permanecen en San Francisco y en la capital, Washington, donde cuentan con un permiso para acampar en la Plaza McPherson hasta el 31 de diciembre y bajo la condición de no superar las 500 tiendas de campaña. El Ayuntamiento de Los Ángeles, por su parte, ha anunciado que mantendrá abierta la plaza durante el día para que “el movimiento Ocupa Los Ángeles y otras organizaciones puedan ejercer su derecho a la libertad de expresión”, pero deberán abandonarlo por las noches
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