Javier Sicilia culpa a las autoridades de la muerte del padre que buscaba a su hijo

La muerte a tiros el lunes en Hermosillo, capital del Estado de Sonora, de Nepomuceno Moreno Núñez, Nepo, el padre que buscaba desde hace más de un año a su hijo desaparecido, ha conmocionado México y marca un nuevo punto de inflexión, pero lamentablemente no el último, en la orgía de violencia que vive el país. El poeta católico Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz y la Dignidad de las víctimas, ha acusado en Guadalajara a las autoridades de Sonora y del Gobierno federal de responsabilidad en el asesinato por no brindar a Nepo la protección que había solicitado.

No solo eso. Sicilia acusó al gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, y al procurador (fiscal) del Estado, Abel Murrieta, de intentar “criminalizar” a la víctima al vincular el asesinato con un problema con la justicia que tuvo Nepomuceno Moreno en 2005 y por el que estuvo cuatro años en prisión. “Nepo salió de aquel episodio libre de cargos. Ahora se recuerda para justificar su muerte. Eso es un acto de delincuencia. La primera obligación del Estado es cuidar de la seguridad de los ciudadanos. Si alguien que busca a su hijo obtiene la muerte por respuesta, ¿qué podemos esperar los ciudadanos de este país?”, afirmó Sicilia.

Nepomuceno Moreno se unió al Movimiento por la Paz meses después de la desaparición de su hijo, Jorge Mario, de 18 años, junto con otros jóvenes en julio de 2010 en Ciudad Obregón, a 254 kilómetros al sur de Hermosillo. Y siempre estuvo convencido de que había sido secuestrado por policías de Sonora. Nepo paseó la foto de su hijo a lo largo de los 11.000 kilómetros recorridos por las diferentes caravanas organizadas en el último año por el Movimiento por la Paz y llegó a asistir a una de las reuniones del grupo de Sicilia con el presidente Felipe Calderón en Ciudad de México. Allí, aseguró el martes Sicilia, le dijo al presidente: “Busco a mi hijo y estoy amenazado de muerte. Pido protección”.

Aunque las autoridades de Sonora niegan que les solicitasen protección, Sicilia asegura que lo que realmente ocurrió es que no hicieron caso de la petición. El poeta exigió ayer protección para la familia de Nepomuceno, que vive en Sonora, y afirmó que responsabilizará al Gobierno del Estado y al federal de lo que les pueda pasar. “Su demanda no muere con él. Queremos saber dónde está su hijo”, afirmó.

El líder del Movimiento por la Paz, que no pudo evitar las lágrimas al hacer una semblanza del compañero muerto, señaló que no rompe el diálogo con el Gobierno de Calderón, fruto del cual se tramita actualmente una ley de víctimas y la creación de una fiscalía especial para ellas, pero sí llamó a la movilización ciudadana. “Por menos de esto un país más digno estaría todo el día en la calle. Es una afrenta nacional. No podemos permitir la normalización del horror y de la impunidad. Si no hay castigos ejemplares para los culpables, si los delincuentes están dentro de las instituciones, vamos hacia unas elecciones de la vileza”, clamó.

Nepomuceno Moreno es el tercer activista del Movimiento por la Paz asesinado. Ninguna de las investigaciones sobre estas muertes ha dado hasta ahora resultados.