Azania, verdadero objetivo de Kenia en Somalia
La región actuaría de ‘zona tapón’ entre Kenia y su problemático país vecino
A medida que el conflicto entre Kenia y la milicia somalí Al Shabab se extiende por Somalia, parece que el objetivo último de la incursión keniana podría consistir en dibujar nuevas fronteras dentro del territorio somalí con la creación del Gobierno autónomo de Azania, que se correspondería con la región de Jubaland en el sur y oeste de Somalia.
En un principio, la ofensiva militar que Kenia inició en Somalia el 16 de octubre tenía como objetivo “alejar a Al Shabab de la frontera”, según las propias autoridades kenianas.
Kenia culpaba a Al Shabab de varios ataques contra ciudadanos europeos en su territorio, incluyendo el secuestro el 13 de octubre de las cooperantes españolas Blanca Thiebaut y Montserrat Serra en el campo de refugiados de Dadaab, que habría sido el detonante de la incursión keniana en Somalia.
Pero según apuntan varios expertos, el objetivo principal y último de la ofensiva keniana sería el establecimiento de una región autónoma libre de Al Shabab y que cubriría todo el sur y el oeste de Somalia. Se correspondería con la actual Azania, que sólo existe de forma nominal y se corresponde con la zona conocida como Jubaland.
Una Azania autónoma actuaría de ‘zona tapón’ entre Kenia y su problemático país vecino
Una Azania autónoma actuaría de ‘zona tapón’ entre Kenia y su problemático país vecino y además sería bien vista por potencias como Estados Unidos, que ante las presentes circunstancias se habrían visto obligadas a apoyar la iniciativa militar keniana.
“El Gobierno de Kenia probablemente espera que su campaña resulte como mínimo en una ‘zona tapón’ entre su territorio y Al Shabab y que ellos puedan influenciar, aunque no estoy seguro de si Kenia querría que Azania sea por fuerza autónoma de Mogadiscio”, señala EJ Hogendoorn, analista del Cuerno de África en el International Crisis Group.
De acuerdo con esta interpretación, los secuestros de ciudadanos europeos en territorio keniano habrían dado la excusa perfecta a Nairobi para lanzar una incursión militar que llevaría ya tiempo preparándose.
Oficialmente, las autoridades de Nairobi niegan que tener ese tipo de agenda. “Nuestra objetivo es simplemente despejar la zona de la presencia de Al Shabab y, como país, lo que nos interesa es que Somalia sea estable y apoyamos que esté unida”, responde a este diario Alfred Mutua, portavoz del Gobierno de Kenia.
Sin embargo, varios cables diplomáticos del Departamento de Estado revelados por WikiLeaks demuestran que Kenia lleva al menos desde 2009 presionando por la creación de un Gobierno autónomo en la región de Jubaland.
Kenia habría llegado al extremo de entrenar y armar milicias del sur de Somalia leales al Gobierno de Mogadiscio para que lucharan contra Al Shabab y avanzaran en la creación de la región de Azania, según estos cables. Ahora, ante la incapacidad de estas milicias para combatir a los islamistas, Kenia habría decidido tomar las riendas del asunto.
“Al Shabab supone un grave peligro para toda la región y nuestro objetivo es eliminarla de toda Somalia, y a nosotros no nos importa si después el Gobierno de Somalia decidiera establecer esta región autónoma”, insiste Mutua.
Aunque de acuerdo con los cables diplomáticos entonces Estados Unidos no estaba de acuerdo con esta iniciativa, actualmente Washington sí apoyaría la creación de un Gobierno autónomo en el sur de Somalia.
Estados Unidos se ha desmarcado de la operación aunque sus círculos diplomáticos sí reconocen el interés y el apoyo de Washington
Aun así, las autoridades estadounidenses se habrían visto arrastradas a esta circunstancia por la precipitación keniana y verían el establecimiento de Azania sólo como un ‘mal menor’, ya que aún no consideran que la situación en el terreno permita la creación de una Azania suficientemente fuerte y estable.
“Kenia lleva ya tiempo intentando encontrar apoyos para su proyecto de Jubaland y no lo conseguía porque occidente considera que Gandhi (Mohamed Abdi Gandhi, actual líder de Azania) no ha hecho el suficiente trabajo político en el terreno”, indicó Hogendoorn. “Pero sí creo que Estados Unidos ha tenido que sumarse a la operación y está suministrando inteligencia a Kenia”.
Públicamente, Estados Unidos se ha desmarcado de la operación en todo momento, pero sus círculos diplomáticos sí reconocen el interés y el apoyo de Washington a lo que está ocurriendo actualmente en Somalia.
“Estados Unidos no reconocería una Azania independiente, como no reconoce la independencia de Puntland o Somaliland, pero si somalíes opuestos a Al Shabab obtienen un apoyo amplio en Azania, entonces Estados Unidos seguramente apoyaría esta región como también apoya a Somaliland y Puntland”, explica por email el profesor David Shinn, ex embajador estadounidense en Etiopía y experto en la región. “Pero me pregunto si hay suficientes fuerzas somalíes amistosas para mantener Jubaland una vez Kenia haya expulsado a Al Shabab, aunque espero que mis dudas sean erróneas”.
Puntland es una región del norte de Somalia que cuenta con mucha autonomía y que se ha mantenido relativamente estable en comparación con el centro y sur del país, aunque también ha sido aquí donde los piratas somalíes han ido creando sus bases. Somaliland, más al norte, ha declarado unilateralmente su independencia de Mogadiscio y cuenta con un Gobierno democrático y un sistema político y económico mucho más estable que en todo el resto de Somalia.
Shinn, que también es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad George Washington, da por hecho que su país está detrás de la operación militar keniana: “Por supuesto que Estados Unidos apoyaría la derrota de Al Shabab en esta región y probablemente está suministrando inteligencia y quizá dando otro tipo de apoyo a Kenia con este objetivo”.
Por su parte, el Gobierno central somalí en Mogadiscio se ha mostrado siempre opuesto a dar autonomía a la región de Jubaland.
¿Sería Azania viable?
De hecho, y técnicamente, Azania se creó el pasado abril cuando Mohamed Abdi Gandhi, ex ministro de Defensa de Somalia y ex profesor de Antropología en Francia, asumió la ‘presidencia’ de Azania, que pasó a consistir en las provincias somalíes de Lower Juba, Middle Juba y Gedo, que se corresponden con la zona de Jubaland y suman cerca de 1,3 millones de habitantes. En teoría, la capital de Azania sería precisamente la ciudad de Kismayo, actual bastión de Al Shabab.
Durante su ‘investidura’ en abril, Gandhi declaró que le “encantaría pode acabar con Al Shabab”. Sin embargo, y hasta hoy, la existencia de Azania como Gobierno autónomo es más virtual que real, ya que toda la zona está bajo el control de Al Shabab y Gandhi vive efectivamente en Nairobi.
Según diversas informaciones, Gandhi cuenta con el apoyo de la inteligencia keniana y de Francia y sigue siendo el favorito para ocupar la presidencia de una supuesta y realmente autónoma región de Azania.
Aun así, Estados Unidos duda de la capacidad política de Gandhi y en la región existen otros líderes que podrían aspirar al puesto.
“Mi temor es que ningún (candidato) somalí tenga suficiente apoyo en la región de Jubaland, lo que podría complicar cualquier esfuerzo a la hora de crear una región viable y libre de Al Shabab”, dijo al respecto el ex embajador Shinn.
En el caso de que Kenia pudiera expulsar de la zona a Al Shabab podría ocurrir que diferentes facciones somalíes combatieran por el control de Azania
De hecho, y según estas informaciones, el establecimiento militar keniano apoyaría a un candidato diferente para el puesto de futuro presidente de Azania. Éste sería Sheikh Ahmed Madobe, rival político de Gandhi y líder de una milicia somalí en la actualidad leal a Mogadiscio y aliada de Nairobi en la presente ofensiva militar.
En el caso de que Kenia pudiera despejar toda la zona de la presencia de Al Shabab, y una vez eliminado el enemigo común, podría ocurrir que diferentes facciones somalíes de Jubaland combatieran por el control del Gobierno autónomo de Azania.
“Creo que Azania/Jubaland lo tendría muy difícil para estabilizar la región y me temo, como muchos otros analistas, que Kenia podría verse arrastrada a una larga ocupación del terreno, que entonces podría dar lugar a una reacción violenta por parte de sus habitantes”, añade Hogendoorn del International Crisis Group. “Más o menos como ocurrió le a Etiopía durante su ‘intervención’ a instancias del antiguo Gobierno somalí desde 2006 a 2009”.
Fue precisamente la ocupación etíope, entonces con apoyo de Estados Unidos, y la consecuente expulsión de la Unión de Tribunales Islámicos del Gobierno de Mogadiscio entre 2006 y 2007 la que derivó en la creación de Al Shabab y dio origen a la fase actual del conflicto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.