Papademos, primer ministro de Grecia
El exvicepresidente del BCE salva las discrepancias de los principales partidos
Grecia ya tiene primer ministro. Después de tres jornadas de negociaciones, rumores y pactos efímeros, los dos grandes partidos, el socialista Pasok, hasta ahora en el Gobierno, y la oposición, el partido de centro-derecha Nueva Democracia, se han puesto de acuerdo en nombrar a Lucas Papademos, exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exgobernador del Banco de Grecia.
De todo el rosario de nombres que habían sonado como posibles candidatos en estos días, Papademos siempre ha sido el que más apoyos recababa, aunque el pasado martes por la noche las negociaciones con el ex banquero central habían encallado.
Todas las calles que llevan al Palacio Presidencial estaban cerradas al tráfico esta mañana y la Guardia intentaba realizar el cambio de guardia impasible, pero no podía, porque las decenas y decenas de periodistas apostados frente a la casa del presidente de la República les impedían seguir la marcha en línea recta.
Hacia las tres de la tarde, Papademos salió a la calle y lanzó su mensaje. “No soy un político”, proclamó, no se sabe muy bien si a modo de advertencia o disculpa. Pero dejó ver que lo considera una cualidad en los tiempos de batallas políticas tan partisanas como la de los últimos días. “Todos debemos contribuir al difícil proceso de ajustar la economía”, dijo. La prioridad, ha dejado claro, es aprobar el plan de segundo rescate financiero aprobado el pasado 26 de octubre en Bruselas, con sus consiguientes ajustes sociales.
Falta por conocer el resto de la composición del Gobierno y la fecha de las elecciones anticipadas, aunque hasta ahora se ha barajado el 19 de febrero.
El primer ministro, Yorgos Papandreu,y su equipo no podrán hacer efectiva su dimisión hasta mañana, porque el nuevo Gobierno no se constituirá hasta entonces, pues hoy no da tiempo a llevar a cabo las fusiones de algunos ministerios que ha reclamado Papadimos. El banquero central ya ha tomado el mando.
Cuatro días de conversaciones
La negociación entre las dos grandes formaciones, el partido socialista Pasok, en el Gobierno, y la oposición, Nueva Democracia, liderada por Samaras, descarriló al final de la tarde de ayer, tras tres jornadas de diálogo. Papandreu había pronunciado ya incluso un solemne discurso despidiéndose de su pueblo. “Estoy orgulloso de que, después de todas las dificultades, hayamos evitado la quiebra y asegurado la estabilidad del país”, dijo Papandreu algo después de las seis de la tarde. “Deseo éxito al nuevo primer ministro”, añadió sin pronunciar un nombre.
Acto seguido se presentaba junto a Samaras en el despacho del presidente de la República para comunicar el pacto sobre un nuevo primer ministro y hacer oficial su dimisión. Papoulias, al recibir a ambos dirigentes ante las cámaras de televisión, se confesó “aliviado”. No se fue a dormir con la misma sensación. Una hora después, el pacto se había derrumbado como un castillo de naipes.
Spiros Kontogiannis es el mejor testigo del trasiego que vive Atenas. Lleva una semana viendo el ir y venir de coches oficiales y periodistas de toda Europa desde su floristería, llena de flores y vacía de clientes. La crisis no ha perdonado a la tienda ubicada junto al Parlamento, en la que el dueño y su empleado se sientan tranquilos a ver pasar a toda esa gente. Ninguno de esos diputados y reporteros entra a comprar, se lamenta. “Esta floristería es una fortaleza, un escudo entre tanto enfado y tanta tensión”, decía Kontogiannis.
Una partida de póquer
Estos días, los griegos han asistido con mucha ironía al proceso de creación del nuevo Gobierno, que se ha convertido en una partida de póquer para jugadores demasiado arriesgados. La eurozona no liberará la inyección de 8.000 millones de euros que tiene pendiente de recibir correspondientes al primer rescate, y que el país necesita para pagar deudas que vencen antes de que acabe el año.
Las negociaciones con Papademos habían tropezado el jueves, pero anoche reapareció en escena. El exvicepresidente del BCE presentó como requisitos para aceptar el cargo que los dos partidos suscribiesen formalmente el rescate, algo que también ha reclamado Bruselas, y un plazo flexible de Gobierno, en lugar de fijar ya una fecha para las elecciones anticipadas. Por otra parte, manifestó su disposición por mantener al ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos.
Konstantinos, un exempleado del Ministerio de Trabajo, ahora en el paro, hacía ayer autocrítica desde una terraza con vistas al Parlamento mientras seguían las conversaciones. “En momentos tan críticos no somos capaces de llegar a un acuerdo para solo tres meses. La quiebra financiera vendrá después, esto ya es una bancarrota política. Esto que ha pasado no es una semana de espanto, es la síntesis de los últimos 20 años, es una resumen de Grecia”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.