“La aspiración nuclear iraní no se puede resolver por la fuerza”
Japonés y diplomático de carrera, Kiyotaka Akasaka, de 63 años, lleva desde 2007 trabajando con Ban Ki-moon, pero cree que el criticado secretario general de la ONU va a renovar a todo su equipo directivo de cara a su segundo mandato, que comienza en enero. Akasaka, que se encuentra en Barcelona para participar en el Diálogo Oriente-Occidente que organiza Casa Asia, considera que el “mayor reto que hoy en día enfrenta la ONU es el apoyo a la primavera árabe”.
Pregunta. Vivimos tiempos revueltos. ¿Qué está haciendo Naciones Unidas para paliar las crisis?
Respuesta. Sobre todo 2011 es significativo por haber alumbrado la primavera árabe; una revolución genuina realizada por los árabes mismos sin interferencias internacionales que ya ha triunfado en Túnez, Egipto y Libia, y que fermenta en Siria, Yemen y Bahréin. El mayor reto de la ONU es ayudar a que la revolución sea para mejorar la vida de sus gentes y establecer la democracia.
P. En Libia, la ONU se involucró…
R. La resolución 1.973 del pasado 17 de marzo es histórica. La ONU puso en práctica con ella el concepto de protección de civiles que se acordó en 2005 y que permite el uso de fuerza militar para impedir el sufrimiento de los civiles. La resolución supuso el apoyo de la ONU a los libios para liberarse de la tiranía.
P. ¿Y por qué no intervienen en Siria, donde mueren a diario decenas de personas?
R. Ban Ki-moon ha sido muy firme y ha exigido por teléfono a Bachar el Asad que deje de matar a manifestantes pacíficos, pero desgraciadamente los miembros del Consejo de Seguridad no están de acuerdo en responder con contundencia al desafío sirio. Esperemos que el ultimátum de la Liga Árabe surta efecto.
P. ¿Echa en falta la cacareada reforma del Consejo de Seguridad?
R. Es muy difícil actuar si los miembros del Consejo de Seguridad no se ponen de acuerdo. La reforma tendría que haberse abordado hace mucho tiempo. Todos coinciden en que es necesaria y los distintos trabajos están muy avanzados, pero en estos momentos no hay voluntad de robustecer el Consejo de Seguridad.
P. ¿Vamos para atrás?
R. Si comparamos con la guerra fría se ha progresado mucho hacia el multilateralismo. Ya no hay una gran demanda de acciones unilaterales. En este sentido, podemos hablar de mejora.
P. ¿Qué opina de que Israel se prepare para atacar de forma unilateral las instalaciones nucleares de Irán?
R. Esperamos que los iraníes no desarrollen armas nucleares y cumplan las resoluciones de Naciones Unidas.
P. ¿Responde con una reprimenda a Irán cuando es Israel el que habla de atacar?
R. La aspiración nuclear iraní no se puede resolver por la fuerza. Una acción militar solo agravará el problema, no lo resolverá. Por eso pedimos a Irán que cumpla con las resoluciones de la ONU.
P. ¿Ha molestado a la ONU que Palestina pidiera a la Unesco su admisión como Estado?
R. Consideramos que Palestina debería haber seguido el proceso de reconocimiento iniciado ante el Consejo de Seguridad, que supone que primero debe pronunciarse este y que, en caso de que uno de sus cinco miembros vete el reconocimiento —como ya ha anunciado EE UU que hará—, se recurrirá a la Asamblea General, donde Palestina solo podría ser admitida como Estado observador (igual que el Vaticano, sin derecho a voto).
P. Pero eso puede tardar.
R. No. Creo que esta misma semana el Consejo de Seguridad se pronunciará al respecto.
P. Entonces ¿no han gustado las prisas de Palestina?
R. La ONU debe aceptar lo que decidan sus miembros, pero antes de tomar una decisión deben tenerse en cuenta las consecuencias. La Unesco ha perdido los 60 millones de dólares anuales de la contribución de Estados Unidos [que la ha retirado en protesta] y esta seria reducción de su presupuesto tendrá sin duda un impacto. También está claro que para los palestinos las consecuencias políticas y psicológicas serán muy distintas.
P. Tal vez para la ONU el impacto sea negativo pero Palestina está dispuesta a seguir buscando el reconocimiento de otras agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
R. En 1988 ya hubo un gran debate en la OMS sobre el ingreso de Palestina, que finalmente optó por no presentarse. Ahora la asamblea de la OMS es en mayo y hay tiempo para organizar la estrategia. Yo espero que para entonces hayan comenzado las negociaciones entre Palestina e Israel para la creación de dos Estados capaces de vivir en paz. La ONU está impulsando esas negociaciones aunque reconoce que el clima no es el más propicio después de la decisión de la Unesco y la respuesta del Gobierno israelí de construir nuevos asentamientos.
P. ¿Le preocupa la situación de Corea del Norte?
R. Mucho. Estamos intentando que Corea del Norte acepte volver a las conversaciones a seis bandas para el desmantelamiento nuclear. Pero también nos preocupa la malnutrición de la población. La agencia humanitaria de Naciones Unidas, OCHA, acaba de visitar el país y ha visto una seria malnutrición de los niños sobre todo en el campo.
P. Como responsable de Comunicación y Información Pública de la ONU ¿considera que Internet es determinante en la primavera árabe?
R. Lo que moviliza a las gentes son el pensamiento y las ideas. Internet y las redes sociales son meras herramientas, que no pueden sustituir a las ideas. Los medios de comunicación deben seguir jugando su importante papel de transmisores de lo que pasa pero con informaciones exactas y bien elaboradas por profesionales expertos, periodistas y editores, que analicen los hechos.
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