EE UU se plantea un rápido traspaso de la soberanía en Afganistán
Obama planea limitar en 2012 las operaciones de combate a tareas de apoyo y asistencia
A pesar de que la Casa Blanca se ha marcado 2014 como la fecha de retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán, Barack Obama está considerando dar el año que viene un cambio sustancial a la misión bélica en aquel país. De ser un contingente de combate, pasaría a ser de apoyo y supervisión, como sucedió en Irak en 2009. El presidente norteamericano podría anunciar ese cambio en un encuentro de la Alianza Atlántica que tendrá lugar en Chicago en mayo.
Las deliberaciones del Ejecutivo norteamericano al respecto llegan en una semana en la que el presidente afgano, Hamid Karzai, ha anunciado que las fuerzas de seguridad nacionales tomarán próximamente el relevo de la OTAN, total o parcialmente, en 17 de las 34 provincias del país. Hace aproximadamente cinco meses, las tropas afganas asumieron la seguridad de algunas zonas limitadas, como la capital, Kabul.
Karzai se reunió esta semana en Estambul con el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, para iniciar un proceso de cooperación y pacificación de la zona. Numerosos comandantes talibanes y del clan insurgente de los Haqqani están refugiados en Pakistán. En ese país, EE UU ha matado recientemente a dos líderes de Al Qaeda: el número uno, Osama bin Laden, en mayo, y el nuevo número dos, Atiyah Abdel Rahman, en agosto.
En 2009, Obama decidió limitar las operaciones del Ejército de EE UU en Irak a tareas de “asesoramiento y asistencia”. A efectos prácticos, significó que, desde entonces, los soldados norteamericanos solo abandonaban sus bases de forma ocasional. Las misiones de combate en Irak acabaron el año pasado y este año se retirarán definitivamente las tropas del país árabe. La situación en Afganistán, sin embargo, es más compleja, y el país vive ahora más ataques que Irak en 2009.
La doctrina de Obama en Afganistán imita los últimos años de la presencia militar estadounidense en Irak
En este momento hay más de 100.000 soldados norteamericanos en Afganistán. Cuando Obama llegó a la Casa Blanca, en 2009, había sólo 33.000. El presidente ordenó un refuerzo de tropas ante la creciente inseguridad que los ataques de los talibanes habían provocado en las provincias del sur y el este del país. Aunque ha habido ciertos avances en estas, los insurgentes han convertido a Kabul, la capital, en el objetivo prioritario de su reciente cadena de atentados contra civiles.
La doctrina de Obama en Afganistán ha consistido en imitar los últimos años de presencia militar en Irak, con un modelo de acción centrado en la contrainsurgencia y no en la infantería tradicional. Ahora, los soldados norteamericanos en Afganistán se dedican, eminentemente, a proteger a los civiles y a entrenar a las fuerzas de seguridad nacionales. Los mayores golpes contra los talibanes y la red de Al Qaeda los asestan el Ejército y la CIA con el lanzamiento de misiles desde aeronaves no tripuladas (drones).
De momento, Obama ha ordenado el inicio de una lenta retirada de Afganistán, que comenzó este verano. En el plazo de un año se replegarán 33.000 soldados. Con 384 fallecidos, 2011 lleva camino de convertirse en uno de los peores años para las tropas norteamericanas en ese país. En agosto vivieron el peor ataque en los 10 años de guerra, cuando un insurgente derribó, con un lanzagranadas, un helicóptero Chinook en la provincia de Wardak. En el atentado murieron 30 soldados de EE UU.
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