'Le Monde' acusa a los servicios secretos franceses de espiar a un periodista

El diario Le Monde acusa a los servicios secretos franceses de haber violado la ley de protección de las fuentes al haber espiado a uno de sus periodistas, en el marco del escándalo político-financiero conocido como caso Bettencourt. El contraespionaje pidió la factura detallada del móvil de Gérard Davet, el origen de revelaciones incómodas para el Gobierno, según se desprende de la investigación judicial iniciada en mayo. El ministro del Interior, Claude Guéant, admitió hoy "localizaciones telefónicas", sin detallar a quién habían afectado.

Los hechos se remontan al pasado verano, en lo más fuerte del enrevesado caso Bettencourt. Entonces, las revelaciones casi diarias en la prensa francesa sobre las investigaciones judiciales en torno a la gestión de la fortuna de Lilianne Bettencourt, propietaria de l'Oréal, salpicaban de pleno al Gobierno, con sospechas de financiación política ilegal y de evasión fiscal. En el centro de las acusaciones se encontraba el entonces ministro de Trabajo, Eric Woerth. Este tuvo que dimitir a raíz del caso en noviembre de 2010.

Gérard Davet publicó en el diario el 18 de Julio de 2010 el contenido de la declaración ante la policía de Philippe de Maistre, en aquel momento gestor de la fortuna de Bettencourt, de las que se desprendía un posible conflicto de intereses de Woerth. David Sénat, consejero del gabinete de la entonces ministra de justicia, Michèle Alliot-Marie, tuvo que dimitir, sospechoso de haber sido la fuente de Davet. El diario y el periodista interpusieron una demanda ante la justicia por violación de la ley de protección de las fuentes. Las autoridades reconocieron haber controlado las llamadas del consejero, pero no las del periodista.

Según se desprende de la investigación de la juez encargada del caso, Sylvia Zimmermann, la Dirección Central de la Inteligencia Interior (DCRI) reclamó el detalle de las facturas de ambos. En un primer fax "confidencial" enviado el 19 de julio de 2010 -al día siguiente de la publicación del artículo en cuestión- al operador de telefonía Orange reclama el detalle de las llamadas realizadas, con número, hora y geolocalización, del móvil de Davet entre los días 12 y 16 de julio de 2010. Unos días después, el 21 de julio, otro fax de los servicios secretos reclama esta vez la información de las comunicaciones del móvil de Sénat entre el 12 y el 19 de julio de 2010.

"Ha habido efectivamente localizaciones de comunicaciones telefónicas, lo cual no tiene nada que ver con escuchas (...) dado que no permite conocer el contenido de una conversación", reaccionó hoy en las ondas de France Info el ministro del Interior, Claude Guéant. "Se trataba de buscar al autor de la divulgación, presente en el interior de la administración, de procedimientos judiciales, lo cual es algo totalmente escandaloso", añadió.

El diario por su cuenta recuerda que la ley de protección de las fuentes de enero de 2010 estipula que "no se puede atacar, de forma directa o indirecta, el secreto de las fuentes" y que las fechas de los faxes demuestran que primero se investigó al periodista para remontar a la fuente.

Davet es también el coautor, junto a su compañero en Le Monde, Fabrice Lhomme, de un libro publicado esta semana, titulado Sarkozy me ha matado, en el que recoge el testimonio de diferentes víctimas de abuso de poder por parte del presidente de la República. Entre las revelaciones del libro se desprende que la ex enfermera de Bettencourt habría declarado haber visto al propio Sarkozy recibir dinero en efectivo en casa de la multimillonaria, pero no atreverse a testificar. El Elíseo y la enfermera en cuestión han desmentido la información, pero la oposición socialista reclama que se investigue el caso.