Miles de personas salen a la calle para rebelarse contra la policía en China
Atacados varios funcionarios por herir a una mujer que aparcó mal su bicicleta
Miles de personas se echaron a las calles ayer en el condado de Qianxi (provincia sureña de Guizhou), atacaron a la policía y golpearon y quemaron vehículos oficiales, en respuesta a la brutalidad de varios funcionarios de seguridad municipales que hirieron a una mujer que, supuestamente, había aparcado ilegalmente un vehículo, según ha informado hoy la agencia oficial Xinhua. El incidente se suma a otros que se han producido en los últimos meses por todo el país, en medio del descontento de una parte de la población, frustrada por los abusos de las autoridades, las crecientes desigualdades sociales y las continuas subidas de los precios, especialmente de los alimentos y la vivienda.
Los enfrentamientos "estallaron entre los funcionarios de administración urbana (cuerpo conocido como chengguan) y la propietaria de un vehículo aparcado ilegalmente, lo que convocó a miles de curiosos y desencadenó incidentes por parte de la muchedumbre", aseguró Radio Nacional de China. Más de una decena de policías y otros agentes de seguridad resultaron heridos, 10 vehículos fueron dañados a golpes y cinco quemados, según los medios chinos. La gente bloqueó las calles con camiones y carretillas elevadoras. Los disturbios comenzaron a las cinco de la tarde y se prolongaron hasta las tres de la madrugada.
Los incidentes se produjeron cuando los miembros del servicio de administración urbana un cuerpo parapolicial conocido por su uso frecuente de la violencia hirieron a una mujer mientras intentaban confiscar su bicicleta eléctrica por haberla aparcado mal. Fue la chispa que dio rienda suelta a la ira que alberga mucha gente, y que en los últimos meses ha salido a la luz en otros lugares del país.
El mes pasado, cientos de personas tomaron las calles después de que un hombre que solo tenía una pierna fuera apaleado por miembros de chengguan. El vendedor ambulante, que supuestamente había protestado por la confiscación de su carrito, murió luego a causa de las heridas. En junio, miles de manifestantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad en la provincia central de Hubei después de que un respetado funcionario local, que según su familia había acusado a otros funcionarios de corrupción, muriera mientras se encontraba en manos de la policía. El mismo mes se produjeron violentas protestas en la provincia sureña de Guangdong, y en mayo hubo movilizaciones en la región autónoma de Mongolia Interior. Varias ciudades chinas han sufrido también en las últimas semanas huelgas de taxistas, que reclaman subidas de las tarifas para hacer frente al alza de la gasolina y los precios.
Inflación e inestabilidad social
La inflación alcanzó el 6,5% en julio en China. Se trata del valor más alto desde junio de 2008, y seguramente ha preocupado de nuevo al Gobierno, que intenta desde hace meses ponerle freno. El aumento de los precios, en particular de los alimentos ?que subieron un 14,8%? le inquieta, debido a su potencial como fuente de inestabilidad social. Los alimentos representan más de un tercio del gasto mensual del consumidor medio chino.
El país asiático vivió más de 90.000 "incidentes de masas" como disturbios, protestas, huelgas y otros actos de malestar social en 2009, según un estudio publicado este año por dos profesores de la Universidad Nankai, en la municipalidad de Tianjin. Esta cifra supera los 60.000 incidentes registrados en 2006 y 80.000 en 2007, según un estudio previo de la Academia China de Ciencias Sociales. Es difícil saber si ambos informes son comparables, ya que las autoridades no han dado detalles sobre su contenido. Lo que sí está claro es que cada vez le resulta más difícil ocultar las protestas, ya que los participantes cuelgan rápidamente fotos, vídeos y comentarios en los microblogs (servicios de mensajes cortos) que los censores se apresuran a bloquear con mediano éxito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.