Los talibanes ahorcan a un niño de ocho años porque su padre se negó a luchar con ellos
El menor había sido secuestrado y su cuerpo apareció el pasado viernes en un distrito de la provincia de Helmand
Las milicias talibanes de Afganistán han ahorcado a un niño de ocho años para vengarse de su padre, un agente de policía que se había negado a combatir en sus filas, según ha informado la oficina de prensa del Ministerio del Interior afgano.
El cuerpo del menor, secuestrado cuatro días antes en un mercado, apareció ahorcado el pasado viernes en el distrito de Gereshk, en la provincia de Helmand, al sur del país centroasiático. El niño, que se llamaba Ibrahim, habría sido víctima de la violencia talibán después de que su padre se negase a participar con la causa talibán y rechazase conducir su camión para la lucha contras las tropas afganas y extranjeras.
Helmand es uno de los bastiones de los insurgentes. Allí, las tropas de la OTAN cada día tienen más difícil hacer frente a los talibanes que son especialmente activos en el cinturón suroriental afgano, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes.
"Es un crimen brutal y cobarde que no es aceptable en ninguna religión y cultura", dijo el presidente afgano, Hamid Karzai, en declaraciones recogidas por ABC News. Karzai ha dado orden a las autoridades locales de que capturen a los milicianos directamente responsables de la muerte del niño. Según la prensa afgana, no es la primera vez que se cometen este tipo de delitos contra menores y los talibanes ya ahorcaron en junio de 2010 a un niño de siete años en Helmand por "espiar a favor de la OTAN".
Los talibanes han negado esta información y su secretario de prensa, Kari Yusuf Ahmadi, la ha calificado de "propaganda" del Gobierno.
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