La 'primavera árabe' marca la cumbre del G-8 en Francia
Los ocho países más ricos del mundo exigen a Gadafi y El Asad que detengan la violencia en Libia y Siria.- Los mandatarios del grupo discuten también sobre la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet
Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo (G-8) han iniciado hoy una cumbre de dos días en Deauville (noroeste de Francia) en la que para debatir sobre la primavera árabe, la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet. La reunión ha arrancado pasado el mediodía con un almuerzo de trabajo ofrecido por el anfitrión, Nicolas Sarkozy, a los presidentes de EE UU, Barack Obama, y Rusia, Dmitri Medvédev; junto con los primeros ministros de Japón, Naoto Kan; Reino Unido, David Cameron; Italia, Silvio Berlusconi; y Canadá, Stephen Harper; así como a la canciller alemana, Angela Merkel.
Aunque las revueltas árabes son el tema que centrará las sesiones de trabajo de esta noche y mañana, Reino Unido ya ha adelantado que dará ayuda para favorecer la transición a la democracia en países como Egipto o Túnez. Lo hará mediante un programa de cuatro años de duración y dotado con 110 millones de libras esterlinas (127,5 millones de euros). Además, el Fondo Monetario Internacional ha señalado en una nota que prevé prestamos por valor de 35.000 millones de dólares (casi 25.000 millones de euros) a los países árabes.
Según el borrador de la declaración que saldrá mañana, al que ha tenido acceso la agencia Reuters, los líderes del G-8 exigirán al líder libio Muamar el Gadafi que detenga la violencia y busque una solución política en Libia. Un portavoz de Medvédev ha asegurado que el resto de miembros del grupo han pedido al presidente ruso que medie con Gadafi, aunque no ha aclarado cuál ha sido la respuesta rusa a la petición. En la declaración tampoco faltará un mensaje contra el régimen sirio y se pedirá a Bachar el Asad, incluido en la lista negra de la Unión Europea, que "deje de usar la fuerza y la intimidación contra el pueblo sirio y entable un diálogo y las reformas fundamentales". El posible endurecimiento se las sanciones contra el régimen sirio será uno de los temas que se tratarán en la cena de trabajo de esta noche, según ha explicado Sarkozy en rueda de prensa.
Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo piden también, según el borrador, una solución para Oriente Próximo y llaman a israelíes y palestinos a sentarse juntos y negociar sin más demora. De hecho, la cena de esta primera jornada se dedicará a la primavera árabe con un recorrido por la situación en Túnez, Egipto, Libia, Siria y Yemen.Hace una semana Obama declaró el apoyo a las exigencias democráticas en la región como una prioridad de la política exterior de su gobierno. Entre otras cosas propuso un plan de ayuda económica a los países que aborden procesos de transición, con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Durante la reunión de dos días en Francia, tratarán también los desafíos que plantea el régimen iraní y las consecuencias de la muerte de Osama bin Laden, sobre todo para Afganistán y Pakistán. Sarkozy declaró el pasado febrero que Occidente debe ayudar a los movimientos de protesta árabes porque "son nuestros valores los que esos pueblos reclaman".
Conversaciones sobre la crisis
Pero antes, los ocho dirigentes, cuyos países representan dos tercios del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y el 50% del comercio, también han tratado sobre la recuperación económica y la crisis de la deuda de la eurozona. Se esperaba que, de manera informal, saliera también el tema de la sucesión del director gerente del FMI. Al respecto, fuentes diplomáticas de la UE citadas por Reuters han señalado que en el borrador de declaración no hay ninguna declaración de apoyo a Christine Lagarde, actual ministra de Economía de Francia, como candidata a la presidencia del organismo. En conferencia de prensa, Sarkozy ha justificado que "no es en el G-8 donde se decide la sucesión en el FMI".
Otro de los temas candentes en el encuentro es la seguridad nuclear, que ha centrado la primera de las sesiones de trabajo. El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha informado de la situación en su país tras el seísmo de marzo y la catástrofe en la central nuclear de Fukushima. Según ha explicado Sarkozy los socios del G-8 han mostrado a Japón su "apoyo" y pretenden lograr una "reglamentación internacional" sobre seguridad nuclear de "muy alto nivel". Una de esas medidas, según una declaración de Merkel, será la imposición de pruebas de seguridad periódicas a las centrales. Por su parte, Kan ha anunciado al resto de países la intención de Japón de organizar "una cumbre internacional sobre seguridad nuclear en cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica" a finales de 2012.
Los gurús de Internet, en Deauville
Además, los dirigentes del G8 han dedicado por primera vez una sesión de trabajo a Internet, donde han escuchado de parte de algunos de los gurús de la Red las conclusiones de dos días de intensos debates celebrados esta semana en la cumbre tecnológica de París. Estos concluyeron ayer con un llamamiento a los gobiernos para que sean "muy prudentes" en la regulación de su uso. Según Sarkozy, el encuentro ha servido para tratar aspectos relativos la seguridad en la Red, los derechos de autor o la fiscalidad y los participantes, entre los que se encontraban el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, o el consejero delegado de Google, Eric Schmidt, han acordado celebrar una reunión similar una vez al año.
La reunión, en la localidad costera de Deauville, Normandia, se celebra en medio de intensas medidas de seguridad, con la movilización de más de 12.000 policías y personal militar.
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