El Parlamento de Brasil aprueba la amnistía para los destructores de la selva amazónica
La aprobación del polémico Código Forestal, que tiene que pasar por el Senado, es la primera gran derrota del Gobierno de Rousseff
Después de años de disputas, el Parlamento de Brasil con 410 votos a favor y 63 en contra aprobó ayer el texto del nuevo Código Forestal, objeto de polémica desde hace años entre latifundistas y ambientalistas en el que se prevé la amnistía a los que hasta ahora habían destruido la selva amazónica. El texto deberá pasar a la aprobación del Senado donde se da por segura su aprobación.
Se trata de la primera gran derrota de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que tiene mayoría absoluta en el Congreso. Hasta el último momento, Rousseff presionó en vano para que los diez partidos aliados del Gobierno no firmasen la cláusula de la amnistía a los deforestasdores del santuario ecológico de la Amazonia. La presidenta brasileña quería evitar una mala imagen internacional en materia de medio ambiente. Pero hasta 35 diputados de su formación política, el Partido de los Trabajadores (PT), votaron a favor del texto.
La mandataria brasileña había recibido horas antes de la votación una carta de ocho exministros de Medio Ambiente en la que criticaban los puntos más polémicos del nuevo Código, como la amnistía a los destructores de la Amazonia en el pasado, la reducción de los límites a los márgenes de los grandes ríos para poder plantar y el dejar a los Estados la prerrogativa de decidir sobre las grandes aéreas de preservación ambiental. En muchos Estados, existe un caciquismo local que permite a los terratenientes financiar campañas electorales a cambio de votos para la aprobación de este Código.
Rousseff espera ahora la aprobación definitiva del Senado para decidir si vetar o no las partes polémicas del Código, como ella misma informó ayer. Sin embargo, los analistas creen que no le será fácil dado el apoyo aplastante a favor de la amnistía, a la que se sumaron buena parte de los mismos aliados del Gobierno y que revela la fuerza de los "ruralistas" o latifundistas en el Congreso.
Curiosamente, el texto del nuevo Código había sido elaborado por el diputado Aldo Rebelo del antiguo Partido Comunista, bajo la pretensión de ayudar a los millones de pequeños agricultores que habían "robado" una parte de selva para sus pequeñas producciones. Pero, según los ambientalistas, son los grandes cultivadores, que en los últimos años arrasaron con el 20% de la selva, quienes se ven favorecidos por la nueva ley.
Tras el resultado de la votación a favor de la amnistía, la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixera, ha afirmado que los destructores de la Amazonia habían "retomado su ímpetu en la destrucción del bioma amazónico actuando de forma criminal contra los intereses de la comunidad en un momento difícil en la lucha para la protección ambiental". Más duro y sarcástico ha sido Paulo Adario de Greenpeace, que afirmó momento después de la votación: "Brasil se ha ido a dormir esta noche con el asesinato del Código Forestal".
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