Amnistía pide una ley internacional para evitar que las empresas colaboren con la represión gubernamental
La ONG señala que la lucha más "urgente" en el marco de las revueltas árabes es la de la libertad de expresión
¿De qué lado está una empresa en una revolución? El papel de una compañía, en opinión del director de Amnistía Internacional España, Estaban Beltrán, no es fácil. Menos si enfrente están Gobiernos como los caídos en Egipto y Túnez, o los aún en pie de Libia, Siria, China, Irán... "Hasta ahora las empresas han colaborado con los Gobiernos en la represión" de las revueltas, ha manifestado Beltrán durante la rueda de prensa en la que la ONG pro derechos humanos ha presentado su informe anual 2011 (microsite). Un estudio en el que han dedicado una mención especial a la ola de cambio en el mundo árabe.
Amnistía Internacional no ha dado nombres y apellidos, pero si ha sugerido ejemplos de lo que ha denunciado es un ejercicio de colaboración con los regímenes de puño de hierro. Egipto es uno de ellos. Allí, Vodafone (Vodafone/Raya), el operador de móviles más grande del mundo y el que suma más clientes en Egipto, desconectó la señal de Internet y telefonía para evitar el eco de las manifestaciones en las redes sociales o a través de SMS. Link Egypt, Telecom Egypt y Etisalat Misr, proveedores también de Internet, accedieron de igual modo a descolgar la Red. Las críticas hacia la actitud de Vodafone dieron paso a las denuncias de la propia compañía contra el Gobierno de Hosni Mubarak por obligarles a enviar mensajes cortos de apoyo al régimen egipcio.
La treta egipcia solo fue la continuación a los cortes selectivos de Túnez o la ralentización de la línea en Irán. Las empresas, ha instado Beltrán, "no tienen que colaborar en identificar a los individuos a través de la Red". El portavoz de la ONG ha recordado las delaciones hechas por Yahoo! en China y que sirvieron para condenar a los disidentes Wang Xiaoning y Shi Tao a 10 años de cárcel a cada uno.
"Las empresas que trabajan con móviles e Internet no pueden ser espectadores pasivos cuando se reprime", ha continuado Beltrán. Solución: Amnistía Internacional ha aprovechado la presentación de su informe para exigir "leyes internacionales para que las empresas no dañen los derechos humanos". En opinión de la ONG, a través de estas nuevas tecnologías se puede canalizar el ejercicio de libre expresión, el frente de batalla más "urgente" donde se debe librar la ola de revueltas que está sacudiendo el mundo árabe. "El cambio histórico", ha manifestado el presidente de la sección española de la ONG, Alfonso López Borgoñoz, "pende de un hilo". Según los datos del informe, Amnistía Internacional ha sido testigo durante el año de trabajo de restricción ilegítima de la libertad de expresión en 89 países.
La ONG con sede central en Londres ha señalado otros dos grandes riesgos en el avance de los derechos humanos de los países de Oriente Próximo y el Norte de África. En primer lugar, el "control restrictivo" de la inmigración hacia el Norte de las personas refugiadas que huyen de sus países en medio del conflicto. La directora adjunta de la sección española, Eva Suárez-Llanos, se ha preguntado por el destino de la mayor parte de los 700.000 refugiados de las revueltas árabes. "Solo 30.000 de esas personas han llegado a Europa", ha alertado. Suárez-Llanos ha informado además de que durante 2010, únicamente 5.000 personas recibieron la condición de refugiados en Europa.
En segundo lugar, Estebán Beltrán ha solicitado a los Gobierno durante la rueda de prensa que "terminen con el juego de suma cero". Esto es, que no usen el pretexto de la protección de sus ciudadanos para dar la espalda a la represión en los países vecinos.
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