La OTAN no da credibilidad a la oferta de negociación de Gadafi
La Alianza pide "actos y no palabras" al dictador libio.- La televisión estatal asegura que los aliados intentaron matarle mientras pronunciaba el discurso, en el que se mostró abierto a negociar pero no a dejar Libia
Ni negociación ni alto el fuego. La OTAN y los rebeldes libios no están dispuestos a dar tregua a Muamar el Gadafi. Por primera vez desde que las revueltas que están sacuediendo los países árabes se extendiaran a Libia, el pasado febrero, el dictador libio se ha mostrado abierto al diálogo. "Dejadnos negociar con vosotros, con los países que nos atacan", dijo Gadafi en un discurso difundido la pasada madrugada a través de la televisión estatal.
"El régimen de Gadafi ha perdido toda su credibilidad", ha afirmado respondido un portavoz del Consejo Nacional de Transición. Una posición que puede hacerse extensiva a la Alianza Atlántica. Entre otras cosas porque, en los 80 minutos que duró su discurso, el dictador libio dejó claro que no se iría de Libia, además de amenazar con llevar la guerra a Italia. Es tiempo "para los actos y no para las palabras", ha señalado un responsable la OTAN. "El régimen ha anunciado varias veces el alto el fuego, pero ha proseguido con los ataques contra ciudades y rebeldes (...). Cualquier alto el fuego debe ser creíble y verificable", ha añadido.
La televisión denuncia un intento de matar a Gadafi
Mientras, la televisión estatal libia ha acusado a la OTAN de intentar matar a Gadafi al bombar en Trípoli un punto cercano al edificio desde la que el líder libio estaba dando su discurso. "Un edificio cercano al de Yamahiriya TV ha sido bombardeado durante la emisión del discurso de Gadafi, lo que implica que el objetivo del mismo era el líder de la revolución", señalaron la pasada madrugada los reporteros de la televisión tras el mensaje del dictador. La imagen parpadeó en más de una ocasión durante el discurso.
En esa alocución, Gadafi pedía a la OTAN el inicio de negociaciones para poner fin a los ataques aéreos contra el país africano, pero siempre desde una óptica muy particular: "Nosotros no les atacamos y no cruzamos el mar (...) ¿Por qué nos están atacando?", preguntó el líder libio."Dejadnos negociar con vosotros, con los países que nos atacan. Dejadnos negociar", insistía a la vez que agregaba que si lo que buscan los países de la coalición es petróleo no hay problema para cerrar contratos en este sentido.
Fue más de una hora de palabras, en las que el dictador garantizó que está preparado para alcanzar un alto el fuego, aunque a cambio de involucrar a todas las partes en conflicto y no únicamente a sus fuerzas.
En uno de sus clásicos ejercicios de ambigüedad, mientras hacía amagos de tender una mano a rebeldes y a la coalición internacional, el dictador avisó de que nadie le va a forzar a abandonar el país. "No voy a dejar mi país (...) nadie puede forzarme a dejar mi país y nadie puede decirme que no luche por él", aseguró.
Intento de aislar a Misrata
El episodio televisivo, en torno a las dos y media de la madruada, llegaba solo unas horas después de que la OTAN anunciara que las fuerzas del régimen estaban minando el terreno en las cercanías del puerto de Misrata para impedir el desembarco de ayuda humanitaria. La ciudad es la tercera del país y la única en el oeste que controla la oposición al régimen, por lo que sufre desde hace dos meses un duro bloqueo.
"Algunos buques, que asumimos eran pro-Gadafi, colocaron minas de forma indiscriminada", dijo el responsable militar de la OTAN, el brigadier Rob Weighill, aunque a continuación aseguró que buques de la OTAN ya han iniciado el proceso de desminado.
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