Al final todo se reduce a dos grandes opciones. O pagan los que más tienen o sufren los más necesitados. El combate democrático consiste en negociar en qué punto de ambos extremos nos situamos. La política sirve para eso, de forma que no son la economía, los mercados, las agencias de rating o los auditores quienes toman las decisiones, sino los representantes elegidos con los votos de los ciudadanos.
Problemas así los tiene cualquiera de los Gobiernos que se enfrentan con los actuales déficits descomunales, desde la superpotencia americana hasta nuestras comunidades autónomas. En Francia, Sarkozy ha renunciado a su entero programa de rebaja de impuestos. En España, con las elecciones autonómicas y municipales a la vista, nadie quiere hablar todavía de recortes e incrementos fiscales. Solo en Cataluña, donde ya hubo cambio de Gobierno, se oye ahora el chasquido siniestro de la gran tijera. Pero de subir impuestos, nada; al contrario, se bajan para los más ricos.
Barack Obama, recién salido de un duro rifirrafe con la derecha republicana, ha hablado de todo esto el miércoles pasado, en un solemne discurso dedicado específicamente a combatir las posiciones conservadoras sobre el presupuesto. Lo primero que recuerda Obama es que no es un debate contable, sobre cómo cortar y gastar, “sino acerca del futuro que queremos y el tipo de país en el que creemos”. El presidente defiende los recortes, unos recortes realmente serios, pero no quiere dejar desprotegidas a las clases medias ni a los jubilados, y tampoco dejar a su país sin las infraestructuras, la educación y la renovación energética que necesita para competir en el mundo global. Su fórmula va a contracorriente: ya parecía aceptado por todos que la crisis la pagan los menesterosos. Recortes, sí, pero no de impuestos. Al contrario, para rebajar el déficit hay que subirlos.
Los republicanos quieren una poda drástica, generalizada y rápida. Es la técnica del machete, que hace estragos entre los enfermos, los débiles, los ancianos y los más pobres en general. Obama quiere, en cambio, que se utilice el bisturí, para cortar donde sobra y mantener lo que se necesita. Es decir, cortar bien y hacer pagar a los que más tienen. Obama quiere ir en dirección a como es Europa todavía, al tiempo que los europeos nos dirigimos a como quieren los republicanos que sea Estados Unidos.
Comentarios
Sí, pero por qué estamos cómo estamos, se pregunta la protagonista de Hiroshima, mon amour. Se contesta: por la desigualdad impuesta como principio por un pueblo sobre otros pueblos, por una raza sobre otras razas, y añadimos al momento actual, por un mercado sobre otros mercados.
Interesante la distinción que hace en el primer párrafo y que conecta con la de la autoría del delito. Hay una responsabilidad mediata y otra inmediata. El ciudadano es el responsable mediato y el representante el instrumento de tortura que utilizamos para aumentar nuestras desigualdades, que más que tijeras necesitaríamos un trasplante neuronal que recortara nuestro masoquismo.
Lo ideal es quedarse en el punto, sí, pero cómo. ¿Existe el punto medio o es una leyenda como el punto 'g'? ¿Tiene sexo el punto medio? ¿Hay recortes porque existen tijeras o existen tijeras porque hay que recortar, nos pongamos como nos pongamos? Sin desigualdades no habría recortes ni tijeras, en el orden que quieran, pero somos ya mayorcitos para saber que lo único que no existe en este mundo es la igualdad.
Y es verdad que Obama corre hacia Europa y los europeos galopamos al republicanismo norteamericano. Obama quiere nuestro café y nosotros su té. Nadie está contento con el desayuno, continental o anglosajón, que le ha tocado, pero lo que de verdad nos diferencia es que unos solo quieren compartirlo con quienes pueden pagarse el cubierto y otros buscan cubrir los asientos con los más necesitados, ensanchando la mesa, si es preciso, para que quepa más gente, algo que solo puede conseguirse cortando más madera. Los primeros, en cambio, lo que buscan es liberar espacio, y eso solo se consigue reduciendo el Estado y quitando sillas.
Habría que subir los impuestos a los más ricos, pero también reformar la Administración Pública para hacerla eficiente y menos costosa para los ciudadanos. No se trata de recortar servicios sino someter a un régimen de salud a una Administración obesa, lenta, torpe, cargada con los kilos de más con que los partidos políticos tratan de premiar a sus militantes a través de puestos en la Administración muchas veces creados no para atender las demandas y necesidades ciudadanas sino para premiar lealtades. La Administración Pública española necesita una reforma en profundidad, pero nuestros políticos o bien no se ocupan de ello, pues en la Administración Pública encuentran el pago de los servicios prestados al partido, o bien enfrentan tal reforma desde el punto de vista de recortar servicios al ciudadano. Más servicios y más eficiencia. Es la fórmula. Pero ni PSOE ni PP parecen apostar por ella.
No hay dos opciones: siempre sufren los más necesitados. En el actual combate democrático no se negocia, se impone. La democracia sigue raptada, reducida a mínimos deplorables. Y sí, claro que son los mercados quienes toman las decisiones. Los ciudadanos incrementan la abstención convencidos de que su voto sirve para poco. Otros votan _ victimas de la alienación – a quienes no defienden sus intereses. No hay salida, incluso los partidos llamados de izquierdas ( ¡ qué alguien me demuestre que el PSOE de Zapatero , no digamos el de Solana o González, en el supuesto de que no fueran el mismo, no es una derecha civilizada!). Por no citar al inefable “socialista” inglés T. Blair. No hay salida, repito, dentro del sistema ( capitalista) que ha sabido colocar sus trampas. Claro que Zapatero no podría- aquí y ahora – hacer nada distinto de lo que está haciendo: tendría que nacionalizar la banca, demorar el pago de la deuda ( o hacer – es una deuda la nuestra esencialmente privada – que la pagaran los que realmente la deben), impedir la evasión fiscal, reducir los beneficios de los dirigentes de las grandes empresas, aumentar los impuestos patrimoniales etc. etc. O sea, ser de izquierdas. No sé que pasaría entonces, nuestro país sería enviado a las tinieblas exteriores. Por lo tanto, defender a la mayoría de la población, en eso consiste la democracia, sería demoledor. Así que menos lobos, menos alabanzas de democracias tan escasas que se reducen a paripés, a justificaciones.
Qué razón tiene, Miguel Mora. Ya sacar las tropas de Irak nos costó el ostracismo mundial promovido por el gran jefe indio, como para sacar nada de las sacas privadas. Solo queda tragar o ser tragados. Más barato lo primero que lo segundo. Lo vemos en Portugal.
Luis, lo único que se hace realidad de tu extenso artículo, es que sufren los más necesitados y los que tienen "no pagan". Hacen cabriolas ante "la declaración de la renta"...saludosrosa paredeshttp://lacomunidad.elpais.com/rosaparedes-g
No, no, no, de eso nada. Aquí quién trabaja, y rinde un servicio, hace dinero.Quién no trabaja, ni rinde un servicio, porque está pensando todo el día en ideologías viejo-europeas, ése tipo, no sólo no hace dinero, sinó que es un ideólogo hispano y enloquecido.En España hay muchos ideólogos enloquecidos. En América Latina bastantes, también, pero al menos son más graciosos.Con perdón, pero hay que combatirlos a todos, y ponerlos en su lugar.Y si hay que ponerse malotes y serios, se hace. La gangrena de las ideologías se lo piensa dos veces antes de expandirse cuando un hombre libre le planta cara.Porque a mí nadie me va a robar mi dinero en nombre de Estados, de Mitos Europeos o de ideologías del siglo XVII.Por el contrario, quién ha crecido en sociedades estatistas, y se expresa barrocamente debido al peso de su historia fútil, y vive mantenido por el Estado en un país hipnotizado por el Mito de Europa, no sabrá salir de su mundo mágico-ideológico hasta que SE PONGA A TRABAJAR en un sistema de libre mercado.Lo demás: trazos somnolientos de un mundo buenista y totalitario, indignado porque debe bajar a la tierra, luchar por su independencia económica y cultural, y trabajar malditamente duro, que es como muchos de nosotros, teniendo que escuchar ideologismos por todas partes, salimos adelante.
No hay problema, esto no va a quedar así. 'Prepárensén' para el próximo cimbronazo de la Gran Depresión 2. Es una caída como por una escalera, peldaños de diferente altura y descansillos con pendiente suave y luego otro peldaño brutal.Sin subida posible.Sin regreso. España jamás regresará a aquel consumismo exhibicionista y brutal de 2006.No volverá a crecer el PIB y como esa es la excusa del gobierno crecerá el desempleo hasta niveles asombrosos terribles.Y no soy pesimista, simplemente estoy bien enterado.
Unos gobiernan el mundo, otros son el mundo, dice Pessoa. Y luego están los mercados, que gobiernan a los que gobiernan el mundo, habría añadido el portugués, de conocer hoy el rescate a machete de su patria.
LA COSA ES MUY SENCILLA: es verdad, Europa busca la opción americana porque el sistema europeo ya fracasó al quedar Europa muy rezagada respecto de EE.UU.; luego, la apuesta de Obama por el sistema europeo es una apuesta por el fracaso garantizado. Lo único que funciona es la clásica opción americana republicana, resumida en: 'QUE CADA PALO AGUANTE SU VELA', con un Estado pequeño, mas la Solidaridad Ciudadana Voluntaria, ayudando ambos a los pocos necesitados solamente. Chile es un buen ejemplo de ello!
No solo hay dos opciones, la izquierda y la derecha, a la vista de cómo se pueden poner las cosas cuando llegue la ultraderecha. En Finlandia ya ha empezado, y me temo que el machete y el bisturí les sabrán a poco. Quizás vuelva la guillotina como tercera vía de escape.
CHILE SERÁ el primer país de Latinoamérica en integrarse al primer mundo, tras eliminar la pobreza sobre el final de esta década, gracias a persistir en su actual sistema económico, instaurado por los 'Chicago Boys' de Pinochet, y continuado por todos los gobiernos democráticos que le siguieron, incluido los gobiernos socialistas de Lagos y Bachelet. Luego, no hay nada que discutir! EL QUE LO HACE ES POR PURA NECEDAD! Copiémoslo!! y dejémonos de ideologías y pamplinas!! que los pobres no pueden esperar a nuestros 'geniales' debates!!
Sólo quien no sabe nada ni de Chile ni de España puede disparatar que España imite a Chile, un pobre país tercermundista donde el sueldo son 200 euros.Chile ahora mismo se está arruinando, lo que pasa que de Chile en este diario nunca cuentan nada. Es una mala característica de El País que limita su información a personalismos, demostrado en el reciente artículo sobre Mujica.Que si Mujica, que si Bachelet, que si Lula, que si la viuda de K, que si Gaddafi, que si Obama.No es eso señores, no es eso.
Invito al pelotudo que habla maravillas de mi país (Chile) sin siquiera haber estado nun ca en él a venirse a vivir aquí, con un sueldo mínimo de 150 lucas (200 euros), con una educación publica que es una mierda y con un sistema de salud tal que si te enfermas te tienes que pegar un tiro porque de otra manera no puedes pagarle al hospital.Es facil hablar de paises lejanos cuando no hay nadie que pueda contrastar lo que se dice. Me imagino que no esperanban que un chileno de clase media leyera este períodico...
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