El juego macabro del atentado suicida
Un vídeo con varios niños recreando un ataque terrorista muestra el impacto psicológico de la violencia talibán
Un niño, vestido de negro y ataviado con un pañuelo que le cubre la cabeza y la cara, empieza a despedirse uno por uno de sus amigos, algunos apenas superan los cinco años. Les da un abrazo y después se encamina hacia otro sitio donde le espera otro chico vestido de blanco que le prohíbe el paso. Parece actuar como un guardia de seguridad. El supuesto atacante de negro se para y, en unos segundos, se lanza hacia el niño de blanco y otros chavales. Un puñado de arena salta por los aires a modo de explosión. Es, sencillamente, la recreación de un atentado suicida.
Es el vídeo de un juego macabro. Un minuto y 15 segundos de imágenes que, desde hace una semana, ha estado circulando por Pakistán y ha alarmado a la organización Save The Children, con sede en el país centroasiático, según informa The Guardian.
La ONG denuncia la violencia a la que están expuestos los niños en la región fronteriza entre Pakistán y Afganistán, uno de los grandes bastiones de las milicias talibanes. "Los niños que viven en un contexto de violencia son generadores de violencia", afirma Yolanda Román, portavoz de Save the Children en España. "Cuanto más fuerte sea la exposición a la violencia, más se interioriza un patrón y un modelo de relaciones humanas equivocado".
La grabación, de la que se desconoce la autoría y que parece recoger a niños de etnia pastún aunque no ha sido confirmado, muestra el impacto psicológico de la violencia de los radicales islamistas en los más jóvenes. "Esto no es un juego. Reproducen con naturalidad la inmolación. Interiorizar la violencia tiene un efecto nefasto en el corto, medio y largo plazo", señala Román.
Después de casi una década de conflicto armado, toda una generación de niños afganos sufre las consecuencias de la guerra y el extremismo talibán. Recientemente, Naciones Unidas (ONU) pidió a los líderes talibanes moderados, que forman parte del proceso de reconciliación nacional en Afganistán, que dejen de reclutar niños como futuros terroristas.
La representante especial del organismo para los Niños en los Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, señaló que tienen una idea de la situación de los menores en esa zona a través de los relatos de los niños soldados capturados o que se rinden a las fuerzas gubernamentales y a las tropas internacionales que las apoyan. Durante su estancia en Afganistán, Coomaraswamy firmó un plan de acción con el Gobierno de Karzai para poner fin al reclutamiento de menores en las fuerzas armadas y a proteger a los niños afectados por el conflicto.
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