EE UU, alarmado de la falsificación de documentos en México para pasar la frontera
El delito organizado y las mafias del narcotráfico controlan este negocio, al que cada día acuden más mexicanos ricos para huir de su país
El delito organizado y las mafias relacionadas con el narcotráfico participan en la industria de falsificación de documentos y robo de identidades en México para obtener visados de entrada en Estados Unidos, masivamente demandados. La alerta es dada por un informe de la embajada norteamericana , que alude al "creciente" número de mexicanos ricos que temen por su vida en México y compran a las mafias documentos para residir en el país vecino, con el que México comparte más de 3.000 kilómetros de frontera. Cerca de 40 millones de personas de origen mexicano residen en Estados Unidos, de los que cerca de 10 millones no tienen papeles.
Los servicios de inteligencia norteamericanos llegaron a la conclusión de que "cualquier documento necesario para viajar tiene un precio en México" . Una constelación de asesorías y consultorías, incluidos abogados norteamericanos, se lucra con el negocio de las trampas consulares, carburado por la "sistemática" corrupción de las oficinas de inmigración y los registros civiles mexicanos. Los documentos falsos son emitidos por organizaciones delictivas con sofisticadas herramientas para falsificar y alterar contenidos, duplicar sellos de entrada y salida, amañar visados y extender pasaportes, señala un despacho diplomático.
La legación diplomática norteamericana, que tramita anualmente cerca de un millón y medio de visados en la categoría de no inmigrantes, y en torno a los 140.000 de emigrantes, dice que el acoso de los coyotes de visados sobre las colas de los solicitantes frente a la embajada es un "continuo" problema. El abanico de fraudes es variado y el terrorismo puede verse tentado a utilizar alguna de esas fórmulas para entrar en EE UU, según avisan los despachos. La Unidad de Prevención del Fraude reforzó la vigilancia con el adiestramiento de 599 investigadores en México, pero aun pide refuerzos para detener la avalancha de peticiones fraudulentas. Solo por trámites de sencillo cumplimiento, sin ayuda de terceros, puede llegar a cobrarse cientos de euros a personas que apenas llegan a los 300 euros de ingresos mensuales.
"El tráfico de personas es un gran negocio", alerta la embajada norteamericana, al referirse a las maniobras de las multinacionales del crimen inmersas para colar por tierra o mediante la falsificación de certificados. Más de medio millón de extranjeros atraviesan México rumbo al sur de EE UU. El delito organizado trata, asimismo, de capitalizar la corrupción existente para lograr documentos oficiales con los que pedir visados o pasaportes de terceros países.
A pesar de las mejoras introducidas, la embajada dice que la seguridad de los pasaportes mexicanos es precaria . "Es fácil conseguir pasaportes mexicanos auténticos con certificados de nacimientos falsos". Esa vulnerabilidad permitiría que capos de la droga y otros delincuentes en busca y captura pudieran huir a Estados Unidos con identidades de terceras personas. La falsificación de los carnés profesionales de México es otra de las variantes. "La pobreza y las escasas oportunidades profesionales en México hace que la posibilidad de trabajar en Estados Unidos, legal o ilegalmente, sea muy atractiva para muchos mexicanos".
Los consejos de los 'coyotes'
Los funcionarios indican que algunas explicaciones dadas por las tripulaciones de medios de transportes son tan vagas respecto a su carga en bodega que despiertan sospechas sobre la posibilidad de que transporten narcóticos. Una compañía mexicana aprovechó las necesidades de una asociación de jinetes norteamericana para tratar de colar hasta 300 personas como mozos de cuadra en diferentes establos. Las comprobaciones consulares demostraron la existencia de engaño. Los coyotes, particulares o agrupados en bandas, ofrecen sus servicios por cifras muy elevadas, que incluyen consejos sobre las contestaciones que deben dar a los funcionarios consulares interesados por el motivo del viaje.
Las variantes del fraude detectadas por la embajada son muchas, entre ellas el alquiler de visados a familiares y amigos, que tratan de suplantar la identidad del titular. En un caso, el funcionario descubrió que el solicitante varón era 11 años más joven que su supuesta esposa, "algo muy raro en México". El solicitante presentó un documento escolar auténtico, pero un certificado de matrimonio falsificado, y reconoció haber pagado al coyote unos 300 euros por los papeles falsos. Le pagaría 300 si le expedían el visado.
"El fraude más común cuando se pide visado para grupos consiste en incluir a alguien que no es miembro del grupo. Este fenómeno es común en los grupos de estudiantes, que colocan como estudiantes a personas que no lo son". Igual ocurre con los grupos de deportistas o músicos. Casi todas las mentiras van encaminadas a entrar en Estados Unidos "con la intención de residir en el país permanentemente", dice la embajada. Se calcula que, aproximadamente, entre seis y ocho millones de mexicanos viven en EE UU sin papeles.
"La embajada ha encontrado fraudes prácticamente en todas las categoría de visado". Algunos falsifican la titularidad de empresas y las credenciales profesionales para conseguir un visado de trabajo, otros esconden antecedentes penales o que han sido expulsados antes de EE UU y, frecuentemente, cuentan una historia diferente a la que han escrito en los formularios de solicitud. "Los funcionarios han descubierto también falsos sacerdotes y monjas".
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