Pakistán emite una orden de detención contra el ex presidente Pervez Musharraf por la muerte de Bhutto

Un tribunal paquistaní ha emitido una orden de detención contra el expresidente Pervez Musharraf acusándolo de no haberprotegido a Benazir Bhutto, líder de la oposición, que fue asesinada en unmitin electoral en diciembre de 2007. Musharraf sabía que la presidenta del Partido Popular de Pakistán (PPP) y ex primera ministra del país en dos periodos era objetivo para los talibanes y no le brindó la seguridad adecuada,según la decisión del tribunal anunciada este sábado.

La orden llega tras la publicación de un informe de la Agencia de Investigación Federal (FIA) y después de que, en abril del añopasado, la comisión independiente de investigación del caso de la ONU asegurara que la policía fracasó de manera "deliberada" al borrar las evidencias delasesinato.

El tribunal aseguró que Musharraf será declarado "fugitivo" si no se presenta a la próxima audiencia del caso, prevista para el próximo 19 de febrero. Hasta ahora el expresidente no ha cooperado con la investigación, aseguraron fuentes judiciales a los medios paquistaníes.

Musharraf ha dicho que no se presentará. "Es una acusación ridícula, sin bases, sesgada y con motivos obviamente políticos", aseguró a este diario Barrister Saif, su asesor legal. Según estas fuentes el expresidente no ha sido contactado, lo que sería necesario para acusarlo. "No es un delincuente que se esté escondiendo. Todo mundo sabe que vive en Londresy allí nadie lo ha buscado", dice. Aunque ahora mismo está "tranquilo y relajado viajando por Dubai".

"Es mejor tarde que nunca: un magnicidio así no podría haber ocurrido sin la aprobación, o al menos el conocimiento, del entonces presidente", aseguró sobre esta acusación el reconocido Rashid Rehman, analista del diario Daily Times. La propia Bhutto advirtió que sería responsabilidad de Musharraf si le ocurría algo. Ya había sobrevivido a un grave atentado dos meses antes.

En cualquier caso, los expertos coinciden en que la acusación contra Musharraf, tres años después de la muerte de Bhutto, se produce en un momento político muy conveniente para el Gobierno. Por una parte, su popularidad está muy baja y algunos prevén elecciones anticipadas (en principio deberían tener lugar en 2013), así que al menos el Gobierno ganaría credibilidad responsabilizando a alguien. Además, debilita a Musharraf, que ha manifestado sus intenciones de volver a la política y participar en las elecciones como candidato por el partido que formó en 2010, All Pakistán Muslim League.