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Hungría somete a Bruselas su reforma de la 'ley mordaza'

La Comisión Europea asegura que solo dará su visto bueno a la reforma si se ajusta plenamente al derecho comunitario

El choque entre la Comisión Europea y el Gobierno húngaro a propósito de la ley mordaza a la prensa parece entrar en vías de solución después de que la parte húngara anunciara al Ejecutivo comunitario que el jueves presentará un texto alternativo que responda a sus objeciones. Budapest mantiene que la solución no puede ser impuesta desde Bruselas e insiste en que el futuro acuerdo deberá satisfacer a ambas partes. La Comisión asegura que solo dará su visto bueno a la reforma si se ajusta plenamente al derecho comunitario.

Representantes del Gobierno húngaro y de la Comisión han estado horas reunidos en Bruselas para encontrar una salida a la crisis que ha ensombrecido el comienzo de la presidencia húngara de la Unión. "Ha sido una reunión constructiva y el jueves enviarán un primer borrador" de la ley reformada, apunta Jonathan Todd, portavoz de la Comisión. El nuevo texto será escrutado en Bruselas. Aun sin conocer detalles de su contenido, el portavoz aventura que la solución al contencioso "es cuestión de semanas, no de meses".

Neelie Kroes, la comisaria de Agenda Digital, planteó oficialmente a mediados de enero al Gobierno de Viktor Orban tres objeciones principales a la ley: la obligación de que la cobertura informativa de los medios sea equilibrada; la aplicación del principio de origen, que somete a tal legislación incluso a medio radicados en otros países, y la obligación de registrar oficialmente la existencia de un medio, por pequeño que este fuera (por ejemplo un simple vídeo blog). A Kroes también le inquietaba la nueva Autoridad de Medios de comunicación, controlada por el Gobierno y encargada de velar, en primera instancia, por el cumplimiento de la ley.

Siguiendo la intención expresada en tumultuosa sesión del Parlamento Europeo por Orban, el ministro de Exteriores húngaro, Janos Martonyi, declaraba recientemente que "si hacen falta se harán los cambios necesarios" en la ley, lo que significa que "lo discutiremos juntos, Gobierno y Comisión Europea, para encontrar una solución satisfactoria para todos". El portavoz Todd precisa que la Comisión "sólo dará su visto bueno si está convencida de que la ley reformada respeta el derecho comunitario".

En un simbólico gesto de resistencia, fuentes húngaras hacen notar que la conflictiva ley no es fruto de un proyecto de ley gubernamental sino que nació de la iniciativa de un diputado y que el Parlamento es soberano para aceptar o no las enmiendas pactadas por el Gobierno con Bruselas. Es una disquisición puramente académica: el partido de Orban ocupa los dos tercios de los escaños de la Cámara .

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