Rusia asegura haber identificado al autor del atentado en el aeropuerto de Domodédovo
Los investigadores rusos dicen que el suicida fue un joven de 20 años procedente del norte del Cáucaso
El Comité de Investigación de la Federación Rusa (CIFR) asegura conocer la identidad del autor del atentado que costó la vida a 35 personas el 24 de enero en el aeropuerto internacional de Domodédovo, el más grande del país. El suicida fue un joven de 20 años procedente del norte del Cáucaso, según manifestó el portavoz del CIFR, Vladímir Markin. El funcionario se negó, sin embargo, a dar el nombre del presunto terrorista por estar en marcha la operación para detener a los organizadores y cómplices del acto. El atentado, dijo, "no ocurrió por casualidad" en la zona de llegadas internacionales, ya que estaba dirigido contra los extranjeros sobre todo.
En Domodédovo, más de 180 personas fueron heridas y, de ellas, más de 120, tuvieron que ser hospitalizadas. Entre los muertos hay ciudadanos de Ucrania, Tayikistán, Uzbekistán, Kirguizistán, Austria, Reino Unido y Alemania, además de rusos. Las autoridades buscan no solo a los involucrados en el atentado en el aeropuerto, sino también a los que perpetraban otro acto terrorista para el 31 de diciembre pasado en Moscú. Con aquellos planes que no llegaron a realizarse las autoridades relacionan la explosión de una bomba en un centro de tiro deportivo de Moscú. En la explosión, aparentemente accidental, murió una supuesta suicida. Las pistas de este atentado fallido han llevado a cuatro personas que fueron detenidas el sábado en Daguestán y se busca a otras cinco, entre ellas a Vitali Razbodubko un ruso procedente de la región de Stárvropol (al norte del Cáucaso), y su compañera Marina Jorósheva.
Las fotos de Razbodubko, Jorósheva y los otros sospechosos fueron mostradas por televisión. Según Markin, los responsables la explosión en el club de tiro y del acto terrorista en Domodédovo son dos bandas que actúan en el territorio del Cáucaso y que no están vinculadas entre sí. En contra de las suposiciones iniciales, los investigadores creen que la carga explosiva que detonó en Domodédovo iba dentro de un cinturón que rodeaba el cuerpo del terrorista.
La carga estaba conectada a un teléfono móvil, lo que permite suponer que la bomba explosionó a consecuencia de una llamada y que el mando fue activado a distancia, según el diario Kommersant. El terrorista estuvo unos 15 minutos mezclado entre la gente de la sala de espera y se movía con nerviosismo ora alejándose ora acercándose a quienes esperaban a los pasajeros recién aterrizados, según Kommersant. Frente a la zona de llegadas de Domodédovo suelen deambular muchos taxistas, que ofrecen sus servicios, tanto legales como ilegales. Las cadenas de televisión rusa han criticado mucho al colectivo de taxistas por cobrar precios astronómicos después del atentado. Sin embargo, entre los taxistas ha habido víctimas mortales. La palma del cinismo se la llevan, sin duda, los jóvenes de grupos leales al Kremlin que acudieron al aeropuerto con letreros ofreciendo transporte gratuito con el único fin de fotografiarse y hacerse publicidad.
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