Rolls-Royce apunta a un "componente específico" como causa del accidente del A-380
Airbus admite que el incidente tendrá un "impacto en los pedidos" de este modelo
Un "componente específico" del motor Trent 900 está en el origen de la explosión que sufrió el 4 de noviembre uno de los cuatro motores del A-380 de la compañía australiana Qantas, ha reconocido esta mañana el fabricante aeronáutico británico Rolls-Royce. Hasta ahora, Quantas hablaba de un genérico "fallo de diseño del motor" como causa del accidente. Por su parte, dirigentes del consorcio europeo Airbus han reconocido que el "incidente", que obligó al superjumbo a realizar un aterrizaje de emergencia, tendrá "un impacto" en los pedidos de este modelo.
Con este comunicado, Rolls-Royce ha tratado de disipar los temores de los inversores de que el problema pudiera afectar a toda esa familia de motores. Según la compañía, sólo está afectado el modelo Trent 9000, y además el fallo se limita "a un componente específico" que llevó a un fuego de aceite y a una pérdida de presión de la turbina. Rolls-Royce ha declarado que las medidas correctivas que se adopten tras detectarse el fallo permitirán "progresivamente" a sus clientes "reactivar toda su flota". El accidente, tras el Qantas decidió dejar en tierra sus seis superjumbos, obligó a los operadores de ese modelo a revisar todos los aviones de su flota. El director ejecutivo del grupo, John Rose, ha admitido, sin embargo, que "ese incidente y las acciones subsiguientes tendrán un impacto en los resultados financieros del grupo este año". La Agencia Europea de Seguridad Aérea Europea mandó revisar los Trent 900 hace tres meses, después de que se detectara "el desgaste, más allá de los límites manuales del motor" en algunas partes. Además del Trent 900, fabricado por Rolls-Royce, el A380 lleva motores del tipo GP 7200, del consorcio de fabricantes compuesto por Pratt & Wittney, General Electric y Safran.
Los resultados de EADS
Además de los problemas para Rolls, el incidente supone un duro golpe para Airbus. El 380 es el mayor avión de pasajeros del mundo, con el que la industria aeronáutica europea quiso plantar la cara al todopoderoso 747 de la estadounidense Boeing.
Tras más de 10 años de investigación, un desembolso de 12.000 millones de euros y varios retrasos, el A380 se enfrenta ahora a su primera emergencia en vuelo en sus tres años de vida comercial. Hasta ahora, Airbus ha entregado 39 de estos aviones gigantes a Quantas, Emirates, Singapore Airlines, Air France y Lufthansa. El programa cuenta con una cartera de pedidos de 234 unidades para 17 clientes, que nadie ha anulado tras el accidente. De los nuevos aviones, 90 son para Emirates, su principal cliente. El segundo es Qantas, que sumará 20 aparatos a los seis de los que dispone actualmente.
Airbus ha advertido de que las investigaciones del accidente pueden retrasar las entregas de los nuevos aparatos, ya que el fabricante se está centrando en el mantenimiento de la flota ya existente. "En una situación así, el cliente tiene prioridad y la prioridad es mantener los 39 aviones volando o de vuelta a los cielos lo más rápido posible. No descarto algún impacto en la entrega de pedidos", ha declarado el director ejecutivo de Airbus, Tom Enders. "No sé cómo de importante será [el retraso]", ha agregado, en referencia a los aparatos cuya finalización estaba prevista para 2011. La compañía espera entregar hasta 22 aviones en 2010, ha indicado Enders.
El director ejecutivo, que ha hablado poco después de que Rolls-Royce culpa a un único componente, ha subrayado su confianza plena en la firma británica y ha insistido en que la imagen del superavión se recuperará. "Estoy absolutamente seguro, considerando la respuesta positiva recibida hasta ahora de las líneas aéreas y de los pasajeros, que la reputación del avión permanecerá inalterable y en aumento en los próximos años". El consorcio europeo EADS, la matriz de Airbus, ha informado también esta mañana de que registró un beneficio neto de 198 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 31,9% menos que en igual periodo de 2009, cuando la compañía ganó 291 millones. Del total de ingresos obtenidos por EADS, 21.740 millones han procedido de Airbus, con un incremento del 8% respecto a los nueve primeros meses de 2009. La división aeronáutica incrementó el valor de sus pedidos un 323%, hasta los 47.949 millones, empujada por la aviación comercial, ya que la militar experimentó un descenso en el importe de sus pedidos del 40%, hasta los 626 millones de euros.
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